CAPITULO 9
“HOLA MEXICO”
A la mañana siguiente, tome el primer
vuelo, con destino a la ciudad de México, donde en el aeropuerto estarían
esperándome mis tíos, los cuales nunca en mi vida había visto, el viaje duraría
mucho, estaba ansioso de conocer aquella ciudad, poco a poco el sueño me venció
ya que me había levantado muy temprano.
Después
de algunas horas ya me encontraba muy lejos de casa, el avión estaba por
aterrizar, me encontraba demasiado nervioso. Al llegar, el clima era muy
caluroso, a un más de lo que estaba acostumbrado, camine lentamente Asia la
salida del aeropuerto, no sabía a quien esperaba , en realidad, no conocía a
ninguno de mi familia en ese país, pensaba, que tal si me equivoco y me voy con
algún sicópata o un secuestrador. Alguien tomo mi cintura, di un brinco y
voltee rápidamente.
—hombre,
fer, no te asustes, somos nosotros tus tíos.
—
¿enserio? —pregunte aun confundido.
—Sí,
soy la hermana de tu madre —respondió mientras me enseñaba una foto mía, la
cual le había mandado mi madre para que pudieran encontrarme.
—Pensábamos
que ya te habíamos perdido —comento mi tío mientras me daba la mano.
Caminamos hacia el estacionamiento, y nos
subimos a su coche, se miraba que eran unas personas muy agradables, Carla, mi
tía era una señora de estatura baja, test clara, pelo largo y ondulado, y mi
tío, Guillermo, el cual me había llamado la atención desde que lo vi, era de
estatura promedio, test oscura, cabello corto, y un cuerpo demasiado bien para
su edad, se notaba que pasaba mucho tiempo en el gimnasio.
Subimos
a su auto y nos dirigimos a su casa, durante el camino, pude ver rápidamente
muchos de los monumentos y sitios históricos de la ciudad. Parecía un lugar muy
bonito, aunque ya quería llegar, estaba cansado y tenía hambre, además de que
ya quería conocer a mis tres primos.
Por
fin llegamos era una casa muy bonita y lujosa, bajamos las maletas y caminamos
a la puerta. Tus primos deben estarte esperando, escuche que decía mi tía. La
puerta se abrió, y de adentro salió una linda muchacha.
—
Hola, tú has de ser
Fernando — dijo mientras tomaba mis maletas.
—
Sí, mucho gusto.
Era
Zulema, de unos 7 años mayor que yo, pelo largo y colocho, ojos marrones y una
sonrisa enorme que dejaban ver unos dientes blancos y perfectos.
—Octavio,
podrías venir a ayudarme —grito, mientras de la casa salía tabí, unos cuantos
años menor que ella, muy parecido a su papa, cabello corto, cejas gruesas y de
una mirada penetrante, me sonrió y me dijo, bienvenido a México primo.
Entramos a la casa, detrás de nosotros mis
tíos, llegamos a la sala y me senté exhausto sobre uno de los sillones. —
¿Dónde está Alonso? Pregunto mi tía, Zule respondió que se estaba bañando, pero
en ese momento, bajo por las escaleras un lindo chico, de mi edad, pelo castaño
echado sobre un ojo, mejillas rojas, un pantalón de mezclilla ajustado que
dejaba ver unos bóxers blancos que sobre salían de su playera levantada con la
que se limpiaba el resto de agua sobre
su cara.
Capitulo Anterior Capitulo Siguiente
Capitulo Anterior Capitulo Siguiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario