2ª TEAMPORADA
CAPITULO 16
“LA CITA”
Era solo una oportunidad, una noche para
poder saber si entre julio y yo podía haber algo más que una linda amistad, al
siguiente sábado todo estaba listo y planeado para nuestra cena, un pequeño
dolorcito de panza me invadió una horas antes, típico de mi cuando estoy
nervioso.
Lleno de ansias Salí de mi casa rumbo al
lugar acordado, deseaba tanto volver a sentir que podía llegarle a importarle a
alguien, esta noche seria inolvidable, no importara lo que pasara.
El
lugar no era un tipo restaurante lujoso o alguna cosa parecida tipica de las
citas, se trataba de algo mas censillo acorde a nosotros, era mas un bar, el me
esperaba ya ancioso en la entrada, nos quedamos en una pequeña mesa junto a la
pared, donde podiamos ver de fondo a una chica cantando y tocando una gitarra
que recargaba en sus piernas, la luz era tenue y el ambiente tranquilo.
El
lucia muy lindo, tierno y caballeroso, nunca antes me havia tratado asi, me
sentia muy bien, de estar ahí con el. Antes de pedir algo de cenar, decidimos
tomarnos algo, las manos me temblavan como un crio, me tomo de la mano y me
dijo;
−tranquilo, esta noche solo somos tu y yo vale..
−vale…
Despues
de tres copas comenze a sentime mas agusto y el tambien, me gustaba como me
coqueteaba verlo sonreir y ser tan atento conmigo. Pedimos algo de comer, nose
cuanto tiempo estubimos ahí, el lugar estaba comenzando a vaciarse al igual que
la botella de vino sobre nuestra mesa.
−y bueno ¿se aclararon tus dudas? Pregunte ansioso.
Se
reclino hacia mi y acarisio mi mejilla mientras decia; fer eres un chico
grandioso, cualquiera moriria por estar contigo, pero…
Antes
de que pudiera decirme algo una chica se paro a un lado de nuestra mesa, era
alta, delgada de test obscura, julio se quedo totalmente palido.
−¿Qué haces aquí? Acaso me estabas siguiendo −pregunto el, algo
nervioso.
−no, dime tu que haces aquí, y con este marica.
Yo
solo miraba desde mi asiento aquella escena de celos en pleno restaurante, sus
gritos estaban comenzando a llamar la atención de todos, me sentía muy
avergonzado, solo quería que esa loca se fuera.
Julio,
estaba parado frente a ella la cual le dijo; ¿por eso me dejaste? Porque ahora
sales con tipos como estos…
− deja de insultar a mi amigo, que él no tiene nada
que ver con lo que paso entre tú y yo, así que por favor vete…
Sí,
me voy a ir pero antes dejame que le demuestre a ese quien soy yo− se abalanzó
contra mí y me lanzo un manotazo que paso rosando mi mejilla.
No
me alcanzo gracias a julio que logro detenerla, pero la cosa no podía terminar
ahí, antes de salir tomo uno de los vasos de cerveza que estaban sobre nuestra
mesa y me lo des vacío encima.
− ¿estás bien?−pregunto julio.
−sí, solo un poco empapado− respondí entre
risas, que eran más de nervios que otra cosa, las miradas de todos seguían
sobre nosotros así que le dije que solo pagara y nos fuéramos.
Mientras
caminábamos sele caía la cara de vergüenza, prometió contarme todo el lunes,
con calma en la escuela, le dije que no se preocupara, solo tenía que pensar
que le diaria a mis papas cuando me vieran llegar así, sucio y oliendo a
alcohol.
−bueno, pues tendré que acompañarte y explicarles lo
que paso.
Tuvimos
que pasar por calles que en mi vida había conocido, teníamos que buscar los
lugares menos concurridos, no quería que algún conocido me llegara a ver, así
tuviéramos que caminar por la calle más obscura de la ciudad.
A
solo unas cuadras de llegar a mi casa,
mientras julio bromeaba sobre lo sucedido, diciendo que parecía indigente,
alguien me tomo del brazo y escuche mi nombre.
−Fer…
Voltee
rápidamente, mi corazón palpito y pareció quererse salir de mi pecho, cuando vi
de quien se trataba.
−Raúl, ¿eres tú?...
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