CAPITULO 7
“SECRETOS GUARDADOS” II
Trataba
de resistirme pero por mi mente pasaba, como tener por primera vez a un chico
como él, no me quedaba otra opción, era resistirme o disfrutar del momento.
Deslice
lentamente su camisa dejando ver por completo su torso desnudo, sentía su
respiración, mientras me besaba el cuello, poco a poco fue levantando mi
playera dejando mi espalda descubierta, subía y bajaba su mano por mi pierna,
mientras desabotonaba su pantalón y bajaba su zíper, quedamos así, juntos por
un rato, después el me quito la camisa, rápidamente desabotono mi pantalón, me
lo quito y lo tiro a un lado.
Se
quito el pantalón y quedo solamente con
sus calzoncillos blancos, recorría con mis dedos su cuerpo, pasando por su
pecho hasta llegar a su abdomen marcado, me di la vuelta, se acerco a mí por
detrás, podía sentir
sus
manos recorriendo mi pecho, me dijo que me recostara sobre las hojas, no muy
convencido lo hice, el se subió sobre mí, la excitación llego a su punto mayor,
me quito el bóxer y se metió entre mis piernas, me sentía en las nubes, nunca
antes había tenido relaciones así que me fui dejando llevar por el, nos
besábamos, mis manos recorrían su espalda suave y tibia,
después el se acostó a un lado y yo me
senté sobre sus piernas, recorría con mis dedos su cuerpo bañado en sudor, baje
hasta sus piernas y subí besando lentamente, baje su bóxer, me lleve una
sorpresa, era enorme, no esperaba eso, la tome y le hice un oral, fue increíble,
podía sentir su palpitar, en un rato nos acomodamos dispuestos a llegar más
lejos, me hinque y él se coloco atrás de mi, se acerco a mí, se acomodo y
lentamente me la fue introduciendo, el dolor era intenso, quería gritar pero no
lo asía por miedo a ser descubierto, el seguía tratando, me levante y le dije;
Ya
no puedo me duele demasiado
No
sabía que eras virgen –dijo extrañado.
Si,
eres el primero –dije con un tono de picardía.
Ven
acuéstate de nuevo, solo será la puntita, despacito para que no te duela
–contesto mientras se levantaba.
Negué
con la cabeza
Mejor
vámonos, que me han de estar buscando – conteste mientras me vestía.
Está
bien, pero ni creas que te me escaparas, recuerda que tenemos un trato – me
dijo al oído.
Me
cambie rápidamente y camine de vuelta al campamento, el se quedo un rato mas en
el lago para que nadie viera que llegábamos juntos, ya era un poco tarde y
todos se encontraban preparando la fogata.
Hey,
tu donde te metiste – pregunto Raúl mientras cargaba unos leños.
Estaba
en el lago –conteste algo nervioso.
Pero
si fui a buscarte –me dijo confundido.
Tal
vez no buscaste bien –le dije mientras me metía a la casa de campaña.
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