martes, 29 de julio de 2014

EL DIARIO DE FER CAPITULO 5

CAPITULO 5

“EL DIA DE CAMPO”

Al día siguiente, nos levantamos muy temprano, mis amigos y yo estábamos en la misma casa de campaña, María y Esmeralda se quedaron preparando el desayuno, mientras Raúl y yo salimos a conseguir madera, en el camino, nos topamos con un pequeño árbol en medio del campo.

— ¿No te parece un lugar muy bonito y romántico?— pregunte

—Claro, eres muy raro—me dijo mientras sonreía.
 Lo mire y me eche a reír, después de dar una vuelta por el lugar, regresamos al campamento, todo estaba listo, comimos rápido y nos unimos
a los juegos organizados por los maestros, jugamos futbol, chicos contra chicas, el partido estuvo muy divertido aunque al final les ganamos a las chicas, rato más tarde nos refrescamos en un pequeño lago, Esme y Raúl habían pasado toda la mañana juntos y eso me molestaba un poco, trataba de no dejarlos solos ni un instante con la excusa de que habíamos venido a convivir todos juntos. Las actividades seguían, pero preferíamos no participar en gran parte de ellos, maría me pidió ir a caminar juntos, no estaba de humor, pero acepte, platicaba con migo de muchas cosas, de cómo la pasaríamos genial y que hubiese querido que la excursión hubiera


durado más de dos días, yo no estaba poniendo mucha atención, por más que trataba no podía dejar de pensar en lo que podrían estar haciendo mis otros dos amigos, estaba ansioso por regresar y casi no le contestaba a mari, ella se detuvo repentinamente y me pidió sentarnos un momento.

— ¿Qué te pasa? Si no quieres estar con migo dímelo— me dijo molesta.

—No es eso, simplemente, no me siento bien— conteste sin tomar demasiada importancia.

—No me mientas Fer, desde ayer has estado actuando rarísimo, pareciera que no quieres estar con migo, ¿dime qué te pasa?

—Tengo muchas cosas en la cabeza, pero claro, que quiero estar contigo, pero es algo que no puedo decirte.

—Yo no tengo secretos y espero que cuando estés listo quieras hablar con migo y ahora te dejo solo, ya que así es como prefieres.
Por la mejilla de María caía una lagrima lentamente, tal vez no era mi indiferencia, si no la desconfianza de no contarle mis cosas la que la lastimaba, se levanto y camino de regreso al campamento.

Capitulo Anterior                                                                                                Capitulo Siguiente

No hay comentarios:

Publicar un comentario