“DECICIONES”
Estuve
reflexionando sobre lo pasado antes, quizá confundo lo que siento por Raúl,
necesito, sacarlo de mi mente, no quiero
seguir lastimándome viendo como es feliz, mientras yo sufro en secreto
por él, antes de conocerlo todo era distinto, no soy la persona en la que me he
convertido, jamás había sufrido ni derramado una lagrima por nadie, hasta que
el llego a mi vida.
Decidí
intentar tener una relación con María José, ella me ha demostrado que le
importo, tal vez me ayude a aclarar lo que en realidad siento. Así que durante
las clases, estuve muy cerca de ella y quedamos en vernos en el café que estaba
rumbo a su casa mas tarde.
Llegue
temprano, antes de lo acordado, estaba nervioso, de repente, salió de la
esquina, se miraba más bonita que de costumbre, llego y se sentó frente a mí,
me quedo mirando y me dijo;
¿Qué? No piensas saludarme.
Hola,
estas hermosa.
Gracias,
tu igual te ves muy bien.
Platicamos
por un tiempo, mientras tomaba el valor de decirle todo, se hacía tarde así que
decidí hacerlo;
María,
la verdadera razón, de haberte citado en este, lugar, es para decirte algo, que
llevo callando durante mucho, tiempo y no puedo seguirlo ocultándolo, eres una
chica realmente encantadora, tu sonrisa es tan hermosa que no puedo sacarla de
mi mente, poco a poco tu forma de ser ha acho que te metas dentro de mi
corazón, por eso quiero pedirte, si quieres ser mi novia.
Era
la primera vez que declaraba mi amor, así que no sabía si lo había hecho bien,
ella solo me quedo mirando, sorprendida, seme hizo eterno el tiempo que tardo
para contestarme, pero finalmente me dijo que si, la tome de la mano, me acerque
y le di un beso.
Al día
siguiente, me levante muy temprano, la excursión al campo había llegado, me
puse mis jeans favoritos, una camisa blanca, mis tenis, un sombrero y salí
rumbo a la escuela, todos ya estaban ahí, después de un rato, los maestros nos
pidieron tomar nuestros lugares en el auto bus, saldríamos temprano, para poder
llegar a una buena hora, subimos, nos dirigimos a los últimos asientos, en una
fila Raúl y Esme y en la otra mi
novia
y yo, durante el camino, notaba como iban muy cariñosos, trataba de ignorarlos,
pero no podía, voltee y mari me quedo mirando, me pregunto si tenía algo, si me
sentía mal, respondí rápidamente que no era nada, solamente un poco de sueño,
se arrimo a mí y se recargo, junte mi cabeza a la suya y quedamos dormidos por
el resto del viaje.
Llegamos a nuestro destino, casi al
atardecer, unos armamos nuestros campamentos mientras otros conseguían leños
para la fogata. Al caer la noche nos sentamos todos alrededor del fuego, y
disfrutamos de la noche esperando que el día siguiente fuera aun mejor.
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