lunes, 29 de septiembre de 2014

EL DIARIO DE FER CAPITULO 31 FINAL DE TEMPORADA






CAPITULO 31
“SOLO UN ERROR”

La mañana siguiente llegue temprano a casa, era el último día de clases, estaba a unas horas de las vacaciones, abrí la puerta con mi llave, aún estaba amaneciendo, mis padres continuaban dormidos, sibí a mi cuarto y me recosté en la cama, hora y media después, me bañe y arregle mis cosas para ir a la escuela, cuando mi madre toco la puerta.
−mi amor ¿estás ahí?
−sí, mama pasa…
Yo estaba peinándome frente al espejo, moviéndome delante de él, como siempre, se sentó sobre la cama y pregunto; − ¿pensé que te irías directo desde la casa de tu amigo?
 −seme olvidaron unas cosas, por eso regrese, pero ya me voy que se me hace tarde− me acerque a ella para besarla.


−oye hijo, como que te siento distinto.
−ah ¿sí? ¿Por qué?
−a ver ben− me tomo de la mano, me hinque frente a ella− tienes algo, te vez distinto, esa sonrisa, esos ojos como que tienen un brillo especial, hay algo en ti especial, ¿ya tienes novia?
−haaa… no, mama−mientras me reía− tal vez es porque me fue muy bien este año en la escuela, eso debe ser, ah por cierto, no se te olvide que tienes que llegar a firmar y recoger las calificaciones después de clases.
−sí, no te preocupes, después quiero que me acompañes a comprar unas cosas.
Me despedí de ella una vez más, ya se me había echo tarde, así que llegaría a la segunda hora, tenía suficiente tiempo como para irme tranquilo, aun no tenía planes para hacer las siguientes semanas de vacaciones, pero sin ninguna duda todos ellos serían a lado de mi novio, ahora que estábamos más juntos que nunca.
La única verdad detrás de que se me habían olvidado cosas en casa, era que no sabía cómo ver  a los ojos a Raúl después de lo de anoche, sé que fue algo hermoso, que ambos queríamos, pero no dentro de mí, sentía una especie de pena, así que decidí levantarme temprano, dejándolo dormido, con una nota sobre mi  almohada, diciendo que nos veíamos más tarde, espero y no se enoje por eso.
 

Ya en la escuela, note que no había llegado aún, o al menos eso pensaba, después de dos clases aburridas, la silla junto a mí permanecía bacía, empezaba a preocuparme, decidí preguntar por él, a su amigo inseparable Cristian;
−oye, cris ¿no sabes si vendrá a clases Raúl?
−vino desde temprano, pero solo entro a la primera clase, eh creo que está platicando con alguien, o ha de estar ocupado con algo.
− ¿enserió? ¿Te dijo algo?
−sí, iba a hablar con su novia creo, no puse mucha atención a lo que decía.
Por un momento me tranquilice pensando en que ya estaba ahí, pero después me di cuenta de que si no había entrado hasta ahora es por que seguía con ella, pedí permiso para salir, tenía que buscarlos, no habían podido haber ido fuera de la escuela.


Todos estaban en sus salones, era el único que estaba afuera, lo primero que se me ocurrió fue buscarlo en la cafetería, pero no estaba, ni en dirección ni en los baños, el `portón de la entrada tenia candado, no pudo haber salido por aquí, seguí caminando, ahora rodeando, detrás de los salones, y por fin lo encontré, estaba entre el salón de tercero y la biblioteca, con una chica, alta, no tan gorda, de pelo negro y lacio, casi devorándola a besos, así como lo hacía con migo, así como me besaba a mí, por un momento quede paralizado, no podía creer lo que veía, pensé que después de lo de anoche, podía confiar ciegamente en él, en lo que sentía por mí, estaba enojado, furioso, quería irme sobre del él y sacar todos ese dolor a golpes.
Me pare atrás de ellos, sin que se percataran de mi presencia;
−Ra-Raúl, ven quiero hablar contigo.
−y este ¿quién es?−pregunto ella.
−tu peor pesadilla−conteste.
−es… un amigo…
Ahora resulta que solo soy un amigo más, pensé, se acercó a mí y me jalo hacia otro lado donde la chica no lograra escucharnos, parecía que a él no le importaba nada, ni siquiera que me rompió el corazón con esto.
−pensé, que la dejarías, en eso habíamos quedado, pese que me amabas solo a mí, que mi cariño había echo que se aclararan todas tus dudas.
−no todas Fer
− ¿acaso lo que tuvimos ayer no fue especial para ti? ¿No te gusto?
Suspiro y dijo; no, lo que paso ayer fue un error, lo nuestro es un error Fer, no estoy preparado, ni lo estaré para esto, tengo miedo a saber que dirán mis amigos cuando se enteren de que… de que…


−que te gustan los hombres, eso es solo lo que te importa, lo que piensen los demás, y ¿yo que?
−es que no es solo eso, imagínate mis padres, no quiero decepcionarlos, Fer es mejor que este error llegue hasta aquí.
−ok, eso fui, solo un error… − me di la vuelta y Salí corriendo, inevitablemente las lágrimas comenzaron a salir, entre al salón, en plena clase sin ver a nadie, destrozado por dentro, tome mi mochila.
−Fer ¿Qué te pasa?−pregunto la miss Lili.
−tengo que irme.
Salí corriendo de la escuela, me dolía lo que Raúl me había echo, pero lo que más me dolía era que se había quedado con ella y no había salido detrás de mí.
Esa noche, no pude dormir, todas mis ilusiones estaban rotas, estaba solo, sin Erick, sin Alonso y… sin Raúl, me encerré en mi cuarto, cubrí las ventanas con las cortinas, ni un solo rayo de luz de la calle atravesaba a mi habitación, mis padres supusieron que estaba enfermo así que no me molestaron, no Salí para nada, ni siquiera a comer, solo éramos yo y mi soledad.


Estaba sentado sobre mi cama, desarreglado, con los ojos hinchados de tanto llorar, me había pasado todo el día en pijama, encendí la televisión, eran casi la una de la madrugada, fui al baño y me lave la cara, escuche que mi celular sonaba, Salí corriendo a buscarlo, no sabía dónde lo había dejado, pero después de arrojar las almohadas al piso lo encontré escondido entre mis sabanas, era Raúl, conteste, sonaba un poco raro, pero me dijo que estaba fuera de mi casa, mire detrás de la ventana y vi que estaba parado con el celular sobre la oreja junto a la puerta, lo pensé mucho, aún seguía enojado, pero mis ganas de verlo pudieron más, baje de puntitas para que mis padres no me escucharan, abrí, estaba con su pijama, sin camisa y descalzo, había lágrimas en sus mejillas, yo estaba igual que él, me moría de frio.
−estás loco ¿Qué haces aquí?
−no podía dormir, Fer, tengo que pedirte perdón, por favor escúchame.
−claro, como siempre quieres arreglar todo con un simple perdón.
−tenía miedo Fer, en realidad te amo y no puedo negar que tenía alguna esperanza de que tal vez lo que teníamos era un simple capricho o algo así, pero después de que estuvimos juntos me di cuenta que no era así, me da miedo reconocer quien soy en realidad, pero sé que juntos tu y yo superaremos esto.
−es que ya no existe un tu y yo Raúl, hasta aquí llego todo entre nosotros y ahora por favor vete, no me hagas más daño, de lo que ya me has hecho, esto que me dices, lo hubieras dicho cuando estabas frente a ella, vuelve a tu casa…
Se acercó a mí, y me beso, ahí estábamos los dos, casi desnudos, en la calle besándonos, sin miedo a que los vecinos o mis padres nos vieran…




                                                              Siguiente Temporada