martes, 29 de julio de 2014

EL DIARIO DE FER CAPITULO 12

CAPITULO 12

“INSOMNIO”





Una semana, tres días y diez horas habían pasado desde que llegue a México, me encontraba en medio de la noche aun despierto, acostado junto a este remedo de modelo juvenil bien formado que decía ser mi primo. No sabía si eran las tres tazas de café caliente que me había tomado antes de irme a la cama o los estrechos shorts nuevos que Alonso había comprado ese día en la plaza. 

Estaba ahí, totalmente dormido, tapado hasta las rodillas, podía ver con todo detalle su cuerpo de arriba abajo sin que él se percatara, me acerque a él, cerca de su cuello, pude escuchar su respiración y ese aroma que lo identificaba, no pude aguantar más y le di un beso, pude sentir sus labios, tiernos y húmedos, mientras los míos se despegaban lentamente como si necesitara de ellos para sobrevivir.

Su pierna se movió, salte hacia mi lugar, mi corazón latía rápidamente, pero se quedo quieto nuevamente, después de percatarme de que seguía dormido, deslice mi mano sobre su pecho, baje sobre la línea formada por cada uno de sus cuadros y llegue a sus shorts los cuales ya se encontraban con un bulto que buscaba un espacio para salir de ellos y yo como buena persona lo ayude a encontrar el camino, me preguntaba si mi primo podía sentir lo que hacía, si en cualquier momento despertaría, de qué forma tomaría esto, pero a la vez eso me excitaba aun mas.






Deje al descubierto su miembro ya totalmente erecto y empecé a masajearlo de arriba abajo, podía sentirlo latir en mis manos, bese su abdomen, escuche un pequeño sonido salir de su boca, pero seguí haciéndolo, mi boca continuo el trabajo que mis manos hacían, suavemente y lento para no despertarlo, después de un rato haciéndolo sentí algo salado llegar a mi boca, al terminar limpie todo muy bien y me acosté a su lado quedando totalmente dormido.

Al día siguiente fui de los últimos en levantarme, ya que había pasado la noche haciendo cosas, menos durmiendo bien, desperté solo, me bañe y baje a desayunar, la familia se encontraba aun reunida en la mesa a medio desayuno.

   —Buenos días señor — dijo mi primo Octavio.

     Siéntate a desayunar, no quisimos levantarte — comento mi tía mientras me serbia un vaso de jugo de naranja.

Busque a Alonso algo apenado por lo de la noche anterior, el me volteo a ver y realizo esa tonta pero encantadora sonrisa torcida que me gustaba, al parecer estaba muy tranquilo y no había sentido nada.

Más tarde sentados en el sillón de la sala, mientras mirábamos videos musicales en uno de estos canales juveniles con nombres raros me comento;

—ayer tuve un sueño muy raro.

     ¿cuéntame que soñaste? — conteste algo asustado.

     ¿Recuerdas de esta chica que te conté, mi ex novia?  Promete que no te reirás.

     Claro que no que pasa con ella.

     Estaba haciéndome un oral — dijo algo apenado

     Y… ¿te gusto?



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