CAPITULO 2
“MENTIRAS DE AMOR”
Mari, Esme y Raúl se han vuelto muy buenos
amigos, en la escuela estamos todo el día juntos, trabajamos en equipo, salimos
en las tardes a la plaza, el parque o vamos a pasar un rato a la cafetería que
está cerca de la escuela.
Esta
semana salimos a hacer una pequeña tarea y después de terminarla, Raúl me pidió
que lo acompañara a visitar a la chica que ha estado tratando desde hace dos
semanas y que planeaba pronto pedirle que fuera su novia.
Caminamos
por varias calles de pronto me encontraba muy lejos de mi casa en un lugar que no
conocía. Llegamos a casa de la chica, aquí es me dijo, toco la puerta, enseguida
ella salió y nos saludo, nos invito a pasar, pero decidí quedarme afuera. Raúl,
al ver que no quise pasar, se quedo con migo, platico un rato con la chica, yo
solo me puse a jugar con mi celular ya después de un rato, regresamos a mi casa, pero
en el camino, me pregunto;
¿Te ocurre algo?
¿Por
qué? -le respondí rápidamente.
Cuando estábamos afuera de la casa de mi
novia, te notaba algo raro.
Claro
que no, oye, me pareció escuchar tu ¿novia?
Aun no quería decírtelo pero, cuando estábamos
platicando se lo propuse y me contesto que sí.
Quede
impactado, me parecía que era demasiado pronto, no me sentía cómodo con lo que
me acababa de decir.
Al
día siguiente no tuvimos clases, así que dormí hasta tarde, no había nadie en
mi casa, ya que mis papas salen a trabajar muy temprano y ya regresan tarde. Me
levante dos o tres horas después de lo acostumbrado, baje a la cocina y me hice el desayuno.
Alguien
toco la puerta, era Raúl, con uniforme y mochila, le pregunte;
¿Adónde
vas si hoy no hay escuela?
No
quería quedarme a ayudar en el
restaurante de mi papa, así que prefiero pasar el día contigo, ya que sabía que
estarías solo.
Lo
invite a pasar, se acomodo en el sofá de la sala, le pregunte si quería
desayunar, me contesto que si y nos sentamos juntos en la mesa de la cocina.
Después de eso estábamos algo aburridos y me pidió que buscara algunas
películas. Nos quedamos por un tiempo en los sillones viendo la tele mientras
llegaba el momento en el que se tendría que ir.
Después
de unas horas, se levanto, tomo sus cosas dijo que ya se tenía que ir, así
que lo acompañe a la salida, se despidió
de mí, me abrazo y me dijo que la había pasado de maravilla, que después de
todo ya no lo podría sacar de mi casa, yo me eche a reír y le respondí que era
recibido cuantas veces el quisiera quedarse.
Al
día siguiente, la clase estuvo muy aburrida, María no había llegado por que se
encontraba enferma, y no quise salir al receso. Me quede solo en el salón ya
que todos se encontraban afuera en la cafetería. Esmeralda y Raúl, prometieron
regresar rápido para acompañarme un rato. Pero ellos no llegaban así que decidí
irlos a buscar. Me levante y camine a la puerta, justo antes de salir choque
con Erick, un chico alto, fuerte, de piel obscura y apariencia ruda. Venía con
un plato de comida que al momento termino sobre su camisa, le dije;
Discúlpame,
juro que no era mi intención, me empujo hacia dentro del salón y serró la
puerta, me tomo del brazo y me aventó hacia la pared, me dijo;
Ahora
veras maricon lo que te va a pasar, no creas que no me he dado cuenta como me
miras, me das asco. Levanto el puño, estaba a punto de golpearme pero en ese
momento se abrió la puerta, era Raúl que al vernos se abalanzo sobre él y lo
tomo del cuello.
¿Te ha hecho algo este imbécil?
No,
suéltalo, déjalo en paz, no quiero que te metas en problemas, respondí
rápidamente y algo asustado. Pero antes de soltarlo le dijo que no pensara en
meterse con migo otra vez porque se las vería con el que aun no lo conocía.
Erick
solo me volteo a ver, se dio la vuelta, salió del salón y de tras de el
nosotros.
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