CAPITULO
20
“UN
HERMOSO AMANECER”
Después de haberle dicho que lo quería, que mi
piel se estremecía cada vez que estaba cerca, que mi corazón latía
aceleradamente solo con escuchar su nombre, me miro, tomo mi mano, no me
importo estar rodeado de personas, que nos vieran, esa noche solo era de los
dos y no importaba nada ni nadie más.
Sonrió y dijo; por más que he querido negar esto,
no he podido, hace tiempo que no estábamos tan cerca, solo miraba que estabas bien a lado de tu
novio, tal vez estarías mejor con él, pero por dentro te extrañaba, mi corazón
te pertenece solo a ti, no te puedo mentir más, ni a mí mismo, Fer te amo.
Quede totalmente helado, mi boca se movía
tratando de decir alguna palabra que mi mente no procesaba, había soñado tanto
con este momento que ahora no sabía cómo reaccionar.
−no tengo novio, Erick solo es mi amigo, no te
puedo negar que trate de darle una oportunidad, pero no quería hacerlo sufrir,
solo te esperaba a ti, pero no estaba seguro de como tomarías esto.
−Fer, yo te ofrezco mi cariño, pero tienes que
saber que aún no estoy preparado para dar el siguiente paso, venir hasta aquí,
hacer esto, me llevo mucho tiempo…
Apreté su mano y lo interrumpí diciendo; yo no te
voy a pedir que hagas algo que no estás dispuesto a hacer.
−quiero estar contigo, pero dame tiempo para decidir
cómo sobre llevar esto, mira aun no puedo terminar con mi actual novia.
−ahh mira que bien−la idea no me pareció en lo
absoluto.
−solo dame tiempo, veraz que te recompensare por
todo.
Aunque ser
el segundo plato no me gustaba y no creo que haya alguien a quien sí, deseaba
con toda mi alma estar a su lado fuera como fuera. La cena termino, salimos a
la calle, caminamos por la acera, quería tomar su mano pero me preocupaba el
rechazo de la estúpida sociedad.
−quisiera que esta noche durara más−le dije.
−puede tardar todo lo que tú quieras−dijo
mientras me tomaba ligeramente de la cintura.
Unas cuadras antes de llegar a mi casa menciono
un lugar que estaba de moda, al cual me quería invitar después, tendríamos que
viajar a otra ciudad que estaba a unos kilómetros, se me ocurrió que tal vez
podríamos ir esa noche, pero si llegaba a mi casa ya no me dejarían salir así
que el pediría permiso por mí, claro con una que otra mentira.
−hola, buenas noches, doñita soy Raúl.
−hijo, que gusto ¿cómo estás?−contesto mi mama.
−bien, es que… estoy con Fer y llamaba para
pedirle permiso de que se quedara a dormir en mi casa.
−está castigado, pero por ser tú, está bien, me
gusta que salga con alguien más, no solo con ese amigo que tiene que ya no
quiere salir de la casa.
−jajaja gracias, yo se lo cuido, bye.
Sonrió diciendo; dice que sí.
−lo sabía, mi mama te ama−conteste riendo.
No estaba acostumbrado a mentirles a mis papas
pero esta era una ocasión especial, no podía ocultar mis nervios pero arriba
del camión que salía a media noche con destino a la ciudad siguiente, sentados
juntos, en la oscuridad, abrazados, con mi cabeza recargada en su hombro, todo
lo demás que nos rodeaba, empezó a importarme cada vez menos.
Una hora después, llegamos, tomamos un taxi y nos
dirigimos al destino planeado, era el lugar con el mejor ambiente de la zona,
en ese lugar nadie nos conocía así que podíamos ser quien en realidad éramos,
desde la entrada tomo mi mano, a las personas no parecía importarles que dos
chicos se demostraran su amor, así que eso nos dio un poco de libertad que
tanto decimábamos.
Caminamos juntos hacia la barra y pedimos un
trago cada uno, al cual le siguieron seis más, quienes me dieron valor para
hacer lo que deseaba cada vez que lo tenía cerca; darle un beso.
Me hacer que a él, con mi mano izquierda acaricie
lentamente su mejilla y con la derecha sostenía mi copa, mis labios tocaron los
suyos por primera vez.
La noche había avanzado con rapidez, en unas
horas amanecería, estábamos agotados, con sueño, algo adormitados llegamos
hasta un motel donde rentamos un cuarto, llegamos y nos tiramos sobre la cama.
La mañana siguiente el sol entraba sobre las
cortinas blancas de la pequeña ventana a nuestra izquierda, Raúl detrás de mí,
su pierna sobre la mía, amanecimos abrazados, nunca había pensado que este día llegaría.
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cuando sera publicado el siguiente capitulo
ResponderEliminarviernes
EliminarEsta buenesimo, espero el próximo desesperadamente.
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