CAPITULO
29
“LA
PRIMERA VEZ”
Faltaban unos pocos días para terminar el año
escolar, el cual estuvo llenos de alegrías y grandes recuerdos, nuevos amigos y
otros que se habían ido, mi viaje a México para conocer a mi familia, lo bien
que me la había pasado con mi primo Alonso, el cual me hablaba por teléfono
cada que podía. La noche anterior me había quedado despierto hasta tarde,
estaba nervioso, pensaba en darle a mi novio lo que me había pedido desde hace
tiempo, la mañana siguiente llegue tarde a la escuela, con sueño, el asiento a
un lado de Raúl estaba desocupado, me quede junto a él, mientras me ponía al
corriente de la clase anterior, el día era más aburrido de lo común, casi no
hacíamos nada, a la hora del desayuno quedamos en ir a nadar en la tarde solo
los dos, mi padre no pudo pasar por mi así que su mama me llevo a casa.
Ya en la alberca, se quitó solamente la camisa y
se quedó con un short de mezclilla, yo con una camisa sport blanca y un bañador
azul, después de salir del agua coloco su toalla en el pasto junto a la
cascada, bajo una palmera un poco rara, chueca, con el tronco pintado, me senté
a su lado, estaba por abrazarme, no me
deje, había demasiada gente y sus miradas me parecían como si tuviéramos
desnudos o algo así, estaba incómodo.
No necesitaba que él me abrazara, para que me
demostrara su cariño, siempre encontraba
como hacerme sentir especial, sabía que palabras decirme para sonrojarme, nos
acostamos, como niños comenzamos a encontrarles figuras a las nubes que pasaban
sobre nosotros, ahora no importaba nada, así era como nos olvidábamos del mundo
que nos rodeaba y solo quedábamos él y yo.
−mi amor, eres la persona más importante en mi
vida, no quiero olvidarte nunca, ahora más que nunca sé que eres ese alguien
tan especial que tanto estaba buscando, estoy listo para dar el siguiente paso
contigo−le dije mientras tomaba su mano, sin bajar la vista del cielo.
−no quiero presionarte, nunca fue mi intención,
quiero que esto lo decidas porque en realidad quieres hacerlo, no porque te
parezca que yo lo necesito−contesto.
−es que si lo quiero, ya lo pensé bien y estoy
listo.
−esta noche mis papas no estarán en casa ¿qué tal
si le pido permiso a tus papas para que te quedes con migo hoy?
−está
bien, me parece una buena idea y mañana nos vamos juntos a la escuela.
−no sabía que saldríamos, pensé que estaríamos
solo en tu casa y veríamos unas películas−dije mientras le daba un beso y
entraba a la casa.
Eran casi las cuatro de la tarde, nos sentamos en
una mesa y pedimos de comer, claro no podía faltar un vaso de cerveza helada,
aunque a veces me daba miedo que alguien me cachara, algún conocido de mis
padres me viera y se los contara, disfrutaba esos, aunque pocos momentos con mi
novio, cuando nos olvidábamos de los prejuicios de la sociedad y éramos
nosotros en realidad.
Él se dio a la tarea de llamar a mi casa,
contesto mi papa, el plan parecía venirse abajo, pero Raúl tenía un encanto,
ese algo que hacía que mis padres siempre terminaran cediendo ante él. Me
acompaño hasta la esquina de mi casa, donde el solo tenía que caminar unas
cinco cuadras más para llegar a la suya, quedamos en vernos antes de las ocho
de la noche.
Faltaba una hora solamente para la cita acordada,
los nervios se hacían cada vez más fuertes, una especie de cosquillas recorrían
mi estómago, fui a la ducha, tome un corto baño, Salí en calzoncillos, los
cuales había pasado mucho tiempo escogiendo, y probándome uno tras otro, hasta
encontrar uno gris, que según yo, era el que mejor me quedaba, me puse un
pantalón blanco y una camisa café, holgada y con el cuello en V, mis botines,
casi me bañe de perfume, me peine, tome mi mochila y mi uniforme, baje a la
sala, me despedí rápidamente de mis padres, me dieron el dinero que llevaría el
día siguiente a la escuela y Salí a la calle.
Mientras caminaba a su casa, mis pies se
entorpecían, los nervios me estaban matando, mis manos estaban frías y pálidas,
me pare en la puerta afuera de su casa, casi temblando mis manos tocaron el
timbre, a los pocos minutos, escuche un grito; −voy, espera un segundo.
Abrió, dijo algo nervioso; hola, estaba más guapo
que nunca, esperaba encontrarlo en fachas pero llevaba una camisa manga larga
color morada, pantalón entallado y botines cafés de cuero, Además, su pelo
echado a un lado, sus ojos marrones tan lindos como siempre.
−sí, pero te prepare una sorpresa−me tomo de la
mano, me llevo directamente hasta le comedor, la casa estaba llena de velas,
cerca de la mesa unas en forma de corazón. Se acercó a mí, me tomo de la
cintura y me dio un beso.
−este era tu sueño, que tu primera vez fuera algo
que nunca olvidaras, espero y te guste todo esto que hice para ti. Alejo la
silla para que yo me sentara, se paró a mi lado y dijo; −joven esta noche seré
su mesero ¿desea algo para tomar?
−sí, claro−conteste sonriendo.
Me sirvió una copa del vino que estaba en la mesa
y uno el, después tomo una tarjeta y me la dio; ¿qué va a pedir de cenar?
En el papel solo decía filetes de pescado al
horno con papas y salsa blanca, así que conteste; un filete de pescado está
bien, gracias.
Fue a la cocina y trajo dos platos, se sentó
frente a mí, y comenzamos a cenar, me miro y sonrió, todo esto era tontamente
tan romántico, dije; oye−volteo− te amo…
Hay, que bonito capitulo!!!
ResponderEliminaresta mejor que nunca, espero con ansias el próximo capitulo.
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