2ª TEMPORADA
CAPITULO 9
“COMO LA PRIMERA
VEZ”
Había besado a julio, mi mejor amigo, rayos
porque siempre me pasa esto, ¿será alguna clase de maldición?, su reacción no
fue la que esperaba, bueno no me esperaba ninguna, solo había quedado en
blanco, trato de decirme algo pero cayo, prosiguió un incómodo momento de
miradas hasta que le dije; perdón, y salí.
Tómanos un taxi, primero deje a Isaac y
paula en su casa, mientras iba camino a la mía, pensaba en aquel beso, también
en la persona que me esperaba en casa, ya tenía la respuesta de su pregunta.
Llegue casi a las once de la noche, mis padres ya estaban acostados, en la sala
solo estaba Alonso. Abrió la puerta, me saludo, entramos a la cocina, tome un
poco de café y subimos a mi cuarto.
Quite los zapatos de mis exhaustos pies y me
recosté sobre la cama.
−me estaba muriendo de sueño, pero decidí
esperarte−dijo el.
−ows, gracias, eres muy lindo sabes.
−Fer, a todos les has de decir eso−mientras sonreía.
−Jajajaj Alonso, eres un tonto…
Me quite la camisa y me fui a dar un baño
rápido ya que el agua estaba muy fría, al salir él estaba con su pijama, solo
era un pantalón de manta, algo transparente que lo hacía lucir muy sexi.
Como era costumbre, me pare delante el
espejo, me peine y perfume, Alonso estaba sobre la cama detrás de mí. De
repente vino a mi mente aquel beso y lo que iba a hacer llegando a casa.
Sabía que lo que haría, lo había esperado
tanto tiempo, yo y el, había llegado el momento de dar el siguiente paso, no
era mi primera vez pero me sentía como si lo fuera, una especie de cosquilleo
recorría mi panza, mi respiración se hacía lenta y profunda. Me acerque a él y
le dije;
− ¿recuerdas lo que me dijiste ayer?
−no, ¿qué cosa?−mientras se ponía de pie.
−que tú besabas mejor que julio, pues ya tengo
la respuesta.
−ah era eso, pues dime.
Lo bese, esa era la mejor respuesta que le
podía dar, el me respondió suavemente, me besaba despacio, tan típico de él,
eso me encantaba, poco a poco me fue moviendo hacia la cama, sus labios seguían
unidos a los míos, tiernos y con miedo, torpemente me tiro sobre la cama.
Se recostó a mi lado, contemplaba su cara,
podía verme en el reflejo de sus ojos, me acaricio, no alejaba su vista de mí,
parecía haberse perdido entre mi sonrisa, como yo lo había echo en la suya, lentamente,
me deslizo la camiseta y yo desabotone la de él, deje al descubierto su blanco
pecho, sus rosados pezones, me encantaba verlo sin camisa.
Lleve mis manos hasta su cadera, podía
sentir su hermoso cuerpo, era flaco, pero no demasiado, eso me hacía quererlo
acariciar por toda la noche.
Estábamos ambos en la cama, el solo con unos
shorts diminutos y holgados, que lo hacían lucir tremendamente sexi, lo
abrazaba, tan solo quería hacerlo recordar lo mucho que le quería. Sentía como
sus manos recorrían mi espalda, yo solamente acariciaba su cabello, sus manos
llegaban muy cerca, demasiado cerca de la entrada de mi ropa interior, pero no
llegaba más lejos.
Tan solo acariciaba mis brazos, mis manos,
ahora él estaba debajo de mí, mi cuerpo estaba recostado sobre el suyo, su
respiración se hacía cada vez más profunda y rápida, podía sentirlo tan cerca,
coloque mis manos en su cintura y poco a poco fui subiendo hasta llegar a su
espalda, mis manos se movían difícilmente pero el abría espacio entre el
colchón y su cuerpo para que estas se deslizaran mejor.
Sus manos recorrían todo mie cuerpo, le
demostraría que lo amaba, llevándolo al cielo, poco a poco fui bajando su
short, quedo únicamente con su bóxer blanco, lo no puso objeción alguna, simplemente
se apartó un poco de mis labios, me miro, su mirada me decía tanto, quería que siguiera y yo lo
hice.
Metí mi mano debajo de su ropa interior, toque uno de sus glúteos, era
suave, podía sentir sus bellos, estábamos en la gloria, su pene estaba a
reventar para estos momentos, de vez en cuando sus facciones masculinas se
perdían al hacerme saber que disfrutaba de mis caricias con sus gestos de placer.
Mis dedos fueron bajando, primero por su
pecho, su abdomen, su cadera, hasta llegar a su pene.
Me
recosté en la cama y el sobre mí, ya estábamos totalmente desnudos, subió a la
altura de mi pecho, se recargo sobre la pared detrás de la cama, mi cara estaba
justo entre sus piernas, a la altura de sus genitales, lo mire, y sin decir
nada introdujo su pene en mi boca, estaba en el cielo, el primer contacto fue
totalmente electrizante, movía mi lengua, despacio, el gemía y hacia su cuerpo
lentamente hacia atrás luego hacia delante....
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