TEMPORADA 2
CAPITULO 3
“LA VIDA DEMANDA
SER VALIENTE”
Seguíamos en el agua, todos estábamos
borrachos, aun había media botella para nosotros, conté que no sabía nadar y a
uno de mis amigos se le ocurrió la grandiosa idea de llevarme hacia lo
profundo, así yo solo aprendería, me tomo de la cintura mientras en un descuido
le di la espalda, me cargo, tomamos mucho esa noche y hacíamos las cosas sin
pensar, podían ahogarme con sus locuras, entre pataleos y gritos vi frente a mi
parado a Armando y me tome de lo primero que pude agarrar, jale su cadena y el
me tomo la mano y me acerco hacia él; ya déjenlo, dijo.
Alguien puso música desde su celular,
seguíamos sirviéndonos shot tras shot, me encontraba en una de las esquinas
disfrutando el agua, de un lado miraba a mis primos y mis amigos hablando
estupidez y media, creo que sus cerebros ya no procesaba bien de tanto alcohol,
del otro lado estaba ese guapo hetero que me había salvado de morir ahogado,
comenzó a bailar una de las canciones electrónicas que estaba sonando, movía su
cintura lentamente de un lado a otro, se veía realmente sexi, se percató de que
lo veía, solo rio y siguió haciéndolo.
Más tarde, después de terminarnos las
botellas que habíamos comprado, estábamos demasiado tomados así que decidimos
que ya era hora de irnos a dormir antes que los huéspedes del hotel se quejaran
por tanto escándalo, entramos al cuarto, corrí al baño a vomitar, me había
pasado de copas lo único que quería ya era acostarme a dormir, hace tiempo que
no probaba una gota de alcohol y ahora que lo hice se me había pasado la mano.
Me
pare como pude sobre el lavado y moje m cara, respire profundamente y Salí lo
más normal posible, no quería que se dieran cuenta que se me había subido, ya
estaban todos acostados, en una de las camas todas las chicas y en la otra los
borrachos de mis amigos, encendí la televisión, puse uno de esos canales de
música mientras me regresaba el sueño, estaba en la orilla de la cama, no podía
moverme mucho o caería por un costado, el aire acondicionado seguía a todo lo
que daba, el pequeño cuarto estaba convertido en un congelador, al poco rato
mis ojos ya permanecían a fuerzas abiertos, me levante a apagar la tele, al
regresar ya habían ocupado mi lugar, no había ningún espacio para poderme
acostar, Armando estaba en la orilla del lado de la pared, me hizo un espacio
para que pudiera acomodarme a su lado.
No podía dormir bien,
me movía de un lado a otro, sentía como el alcohol regresaba por mi garganta,
él se percató de que me sentía un poco mal así que coloco su brazo para que yo
pudiera recargar mi cabeza, eso me calmo y pude quedar en paz por un momento.
Más tarde me volví a levantar, me senté en la cama, mire a las chicas y a los
chicos, estaban todos dormidos, me volví a
recostar, pero esta vez más cerca del pecho de armando, el frio era más
insoportable conforme entraba más la noche, al fondo podía escuchar el sonido
de las olas rompiendo a la orilla de la playa, de pronto el subió sobre mí una de sus piernas, quede
entre ambas, estaba confundido, no sabía si lo hacia conscientemente o era
parte de su borrachera, me moví un poco y el levanto su pierna nuevamente ahora
quedando mi brazo entre ellas, el alcohol corría por mis venas, el cual hacia
que me llenara de valor, el chico acostado a mi lado me había gustado desde que
me lo habían presentado, a quien no podría gustarle un típico hetero, guapo y
musculosos, me acerque aún más a su pecho, podía sentir el calor de su cuerpo,
ese olor que me estaba volviendo loco y no me dejaba dormir, me quede quieto
por un momento, escuchaba como su respiración era rápida y profunda, no era
experto en el amor ni en el tema del sexo, pero mis pocas experiencias me hacían
suponer que aquel chico estaba excitado, sin pensarlo más saque mi mano de
entre sus piernas y la coloque sobre su entrepierna, mis sospechas eran ciertas
aquel hombre se encontraba totalmente caliente, bajo su pantalón se formaba un
gran bulto, pasaba mi mano de arriaba abajo, el continuaba con los ojos
cerrados, dejándome complacerlo, baje lentamente su cierre para no hacer ruido,
metí mi mano bajo su bóxer, tocaba su miembro que parecía querer explotar, el
amigo que estaba acostado al otro lado mío se movió, saque mi mano rápidamente,
asustado pues podrían cacharnos, se quedó dormido nuevamente. Ahora desabroche
su pantalón, recorría con mis manos su pecho, su abdomen marcado que se movía
al ritmo de su rápido respirar, me acerqué,
lo bese despacio y en silencio, baje por su cuello, el solo tocaba con
sus dedos mi espalda, subiendo mi camisa y acariciando mi piel…
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