martes, 24 de febrero de 2015

EL DIARIO DE FER TEMP 2 CAPITULO 2









TEMPORADA 2
CAPITULO 2
“EL PRIMO DE MI AMIGO”

Después de aquella ridícula escena con  armando del coqueteo fallido, habíamos pasado unas horas más en el agua, después de ver la puesta de sol todos juntos y de acabarnos muchas cervezas, decidimos que era hora de irnos al hotel, en lo personal ya no aguantaba ni un minuto más con agua salada en el cuerpo, todo me picaba.
El hotel no estaba lejos de donde nos encontramos y no tardamos mucho en llegar, entramos a la cabaña, era grande pero solo contaba con un baño y era obvio que todos queríamos usarlo, en fin primero se metieron a bañar todas las chicas, éramos cuatro chicos; un primo, mi amigo, el primo de mi amigo

y yo, nos quedamos en el balcón platicando mientras esperábamos. Mas tarde:
¿Por qué no me cuentas sobre ti?pregunte.
¿de mí? Am pues, tengo veintitrés años, soy maestro…lo interrumpí diciendo;
wau, ¿enserio? ¿Y de qué?
ingles, doy clases en una primaria en el centro.
mira pues tendrás que darme unas clasecitas porque soy malísimo.
claro, cuando quieras puedo ayudarte con tus tareas y ¿qué me puedes decir sobre ti?
bueno, tengo dieciséis años y estudio, bueno estoy por entrar al Zurbarán.


Antes de que pudiera preguntarme algo más, las chicas salieron del baño y los chicos gritaron; seguimos nosotros, entraron todos, detrás de ellos yo no tan convencido de hacerlo, comenzaron a desvestirse, soy muy penoso y pedí poder apagar la luz, lo hice, quedamos los cuatro totalmente desnudos en la obscuridad, eran dos regaderas y tendríamos que compartir, el agua estaba muy fría, no pude darme cuenta de quién era la persona con la que me estaba bañando, solo podía medio tocar su pecho de vez en cuando para saber dónde estaba. Aun sin luz se cambiaron, yo me espere hasta el final, encendí la luz, termine de bañarme bien, me cambie y salí.
Solo estaba armando parado frente a una de las camas con su maleta, únicamente en bóxer, por un minuto me quede totalmente embobado viendo sus músculos mientras se cambiaba, dijo que los demás había ido por algo de cenar, mientras yo seguía prestándole muy poca atención a lo que decía y mucho más atención a lo que hacía, deslizaba un pantalón de
mezclilla deslavado entre sus piernas, dejándolo por debajo de la cinta blanca de su ropa interior, se colocó una camisa blanca que decía unas palabras en inglés que no pude entender.



Más tarde llegaron los demás con pizza, refrescos y botellas de tequila y ron, estaba sentado sobre la cama comiendo con la espalda pegada a la pared, muriendo lentamente de frio, el aire acondicionado estaba demasiado fuerte pero no lo pudimos componer, al terminar de cenar alguien dijo; vamos a la alberca a tomarnos lo que trajimos, las chicas decidieron no acompañarnos, se acostaron a dormir, los demás salimos, ya era noche y no había nadie, el agua estaba caliente, muy rica, tanto que podía serrar los ojos y quedarme totalmente dormido. Colocaron una de las mesas a un lado de la piscina y ahí estuvimos relajeando, mientras las botellas se des vaciaban copa por copa.





Estábamos todos nadando, menos armando, entonces pregunte porque no se metía, pero dijo que ya no llevaba ropa y no quería mojar la que tenía, entonces su primo contesto; ¿Por qué no te metes desnudo?
Yo lo quede mirando, no creí que fuera a hacerlo. En una de las cillas del otro lado de la alberca había una toalla, fue por ella para ponérsela. Se quitó los tenis, las calcetas, tomo desde abajo su camisa blanca y la deslizo por su cuerpo, desabrocho su jean y se lo quito, desprendió la toalla pero era muy pequeña, ni modos, algo me tapara. Dijo mientras se quitaba el bóxer y quedaba totalmente desnudo delante de mí, trataba de no voltear a verlo mucho, no quería ser tan obvio, pero era muy guapo y tenía un excelente cuerpo como para ignorarlo. Se había quedado sentado a la orilla, no habíamos podido platicar mucho en la playa así que me acerque a  él y me senté a su lado. platicamos por un buen rato, mientras seguíamos tomando, llego un punto en el que me sentía muy mareado y todo me daba risa, estaba algo tomado ya no pensaba mucho lo que hacía ni lo que decía y creo que él estaba igual o peor que yo. 


Me quedaba viendo sus piernas, musculosas y llena de bellitos de repente, cuando reaccionaba del alcohol volvía a cuidar lo que hacía, después de un gran silencio entre ambos, mientras jugábamos el agua con nuestros pies dije; ¿una carrerita? Contesto que sí y nos tiramos a la alberca juntos, toteamos un rato yendo de un lado a otro, antes de llegar a la parte onda regresábamos uno alado del otro, hasta que…



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