TEMPORADA 2
CAPITULO 31
“SÍNTOMAS DE LA
CULPA”
Julio llego
corriendo hacia donde yo estaba.
− ¿Qué ha pasado?
Vimos a paula pasar llorando, se ha ido, Yolanda fue tras de ella.
−se lo he dicho
todo−contesto tratando de controlar mis lágrimas.
−por lo que veo no
ha salido nada bien ¿verdad?
Ni siquiera puedo
verle a la cara, tengo la vista fija en el suelo, no contesto su última
pregunta. El solo se acerca más a mí y me abraza, fuerte, me pego a su pecho,
me acaricia el cabello y dice; lo siento.
Minutos después, me
encuentro más tranquilo, pensado como se sentirá paula en estos momentos.
− ¿dónde están Isaac
y leo?
−adentro ¿quieres
que vayamos con ellos?
Niego con la cabeza,
solo quiero irme a dormir, pero no quiero llegar casa, no quiero estar solo, no
esta noche. Julio me llevara con él, salimos del karaoke, tomo una cerveza más
mientras esperamos el taxi, termina mareándome, al parecer he llegado a mi
tope.
No sé cómo, pero ya
estoy recostado sobre la cama, no veo a nadie, me siento, de pronto julio abre
la puerta.
−oh, despertaste,
casi me toco subirte a rastras a mi cuarto, ten… −me da un vaso de agua fría.
Julio se sienta al
otro lado de la cama, se quita los zapatos y desabrocha su camisa. Dejo el vaso
sobre la mesita junto a la cama y digo; estoy mareado.
Él se ríe y dice; no
sé en qué momento se te subió tanto, quizá fue el aire del taxi. Se para
junto a mí y me quita los botines, tira
de mi camisa y me quita los pantalones, balbuceo algo y me contesta; ya
duérmete.
Da unas vueltas más
antes de desvestirse por completo y quedar con su bóxer negro, apaga la luz y
se tumba a mi lado.
Quedo totalmente
dormido, al día siguiente me despierto, solo en la cama, tomo mi celular, casi
las doce del día, nunca me había despertado tan
tarde a pesar de ser domingo. Suena la regadera, deduzco que julio se
está bañando, así que apresuro a cambiarme.
Una hora más tarde
llego a mi casa, mama está preparando la comida, huele delicioso.
− ¿Por qué tan tarde
Fernando? ¿Qué no tienes casa?
−perdona mama, julio
no quiso que me viniera solo anoche y me quede en su casa.
−avisanos a la
próxima, que por eso tienes celular−contesta mi papa.
Subo las escaleras a
mi cuarto, necesito un baño.
Paso el resto de la
tarde encerrado en mi cuarto, viendo películas. Cuando pienso en lo de anoche,
un dolor en la boca del estómago viene a mí, síntomas de la culpa.
El lunes, como es
costumbre, Raúl llega a mi casa antes de que me vaya al Zurbarán.
Mi cabeza es un
caos, no sé si alejarlo, decirle que no
me busque más, qué pensaría paula si se entera que a pesar de todo nos seguimos
viendo, pero por más que quiera no tengo el corazón para hacerlo, tengo que
arreglar las cosas con ella antes de poder tomar una decisión.
Al parecer aún no
sabe nada, no tiene idea que le he dicho todo a paula y tampoco tengo
intenciones de decírselo por el momento, veremos hasta donde llega todo esto. Esta tarde hablare con paula, quizá ya esté más
tranquila y quiera escucharme.
No quiero perder una
gran amistad, pero tampoco al amor de mi vida.
CAPITULOS FINALES DE
TEMPORADA
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