CAPITULO 4
TEMPORADA 1
"PRIMER CONTACTO"
Al llegar a casa, él ambiente era raro desde que cruze la puerta, mi hermanito estaba absurdamente feliz.
-No lo puedo creer, estudiarás en él colegio urdaneta... Hermano, nunca pensé que diría esto pero estoy orgulloso de ti -decía mientras sostenía entre sus manos el uniforme.
-Estas loco, jamas iré a ese lugar...
-¿Que? ¿sabes lo difícil que es para personas como nosotros entrar a esa escuela? Por favor hijo, no desaproveches esta oportunidad... Has lo por mi.
-Esta bien madre... Pero no te prometo nada- contesto mientras toma su nuevo uniforme. Umm no esta mal, piensa, y hasta tienen buen gusto.
Al día siguiente por la mañana al otro lado de la cuidad un heredero se levanta.
Una camisa blanca de diseñador exclusivo, traje hecho a la medida con la mejor calidad, una sirvienta corre la puerta de un gran guardarropa junto a la pared, aparecen por lo menos ciencuenta pares de zapatos, todos hechos exclusivamente para él, todos ellos nuevos, ninguno usado dos veces, él señala uno y se lo colocan. Por fin termina, luce como un verdadero príncipe.
Día uno de clases, todo parece ir bien, Miguel respira profundamente y entra al colegio, inmerso en sus pensamientos se detiene de golpe para atar sus zapatos, mientras se agacha un chico tropieza con él y cae al piso.
-¿estas bien? - pregunta Miguel apenado mientras recoge él celular de aquel chico
-lo estoy, lo estoy... Debes tener mas cuidado, como se te ocurre parar de esa manera...
Miguel solo puede poner atención en aquella cara, terza, clara y a esos ojos de color, quedando totalmente en las nubes.
hola... ¿te duele algo? ¿estas bien? - pregunta él chico
Miguel reacciona y se apresura a seguir su camino, mientras piensa en aquel raro momento. ¿Que tiene ese chico que lo cautiva tanto? acaso... le ¿gusto? No, es imposible a él le gustan las chicas.
delante de él escucha a un joven decir: mira esta camisa, es nueva, mi padre me la mando ayer, es súper exclusiva solo existen dos en él mundo y a que no sabes quien tiene la otra...
-¿quien? - pregunta otro de ellos
-Aaron...
(Todos reaccionan asombrados)
¿camisas de diseñador? Wou se ve que esto sería muy diferente a su vieja escuela, ahí todos iban con las camisas que regalaba él gobierno a las escuelas cada año, de esas que nunca son de la talla correcta y se sienten tan delgadas,como si estuvieran echas de algún papel pellon.
Dentro de la escuela, hay un tipo de recepción llena de chicos, pequeños postres, una funte de chocolate y meseros rondando él lugar con una charola llena de copas de quien sabe que. Esto parece mas una fiesta que una escuela, cuatro chicas hermosas bajan por las escaleras forradas de marlol, de repente una de ellas grita; son ellos... Los herederos. En un segundo todo sale de control, se escuchan gritos. ¿porque gritan? ¿Alguien famoso viene?
Son nada mas y nada menos que los cuatro herederos, todos se emocionan al verlos, lucen tan perfectos, cada uno estupidamente mas guapo que él otro. pero una cara conocida alcanza a verse, por dios es él chico de la entrada, al que miguel torpemente tiro.
Aaron va delante del grupo, se detienen.
-Que bonita camisa... -le dice al chico que alardeaba minutos antes.
-Gracias -contesta él con la cabeza abajo
- lucas ¿aun tienes de ese jugo? -pregunta a uno de sus amigos.
Aaron lo agarra, lo destapa y abre la chaqueta de aquel joven, miguel no puede creer lo que esta pasando ¿a caso nadie hará nada?
El jugo cae sobre aquella blanca camisa y la recorre hasta llegar al cinturón, un silenció se hace en aquel lugar