2ª TEMPORADA
CAPITULO 24
“QUE ESTAS BUSCANDO DE MI”
Era
martes, las clases corrían de lo más normal, ese día era cumpleaños de
Leonardo, no podíamos quedar para festejar así que lo dejamos para el próximo
sábado, siempre he dicho que las cosas buenas paran los sábados, en fin, a la
salida sin que se diera cuenta lo esperamos, cada uno llevaba un bote lleno de
agua para desvariárselo en sima, lo tomo muy bien, lo dejamos empapado y nos
divertimos mucho.
Miércoles
y jueves han pasado volando, esta tarde mientras estaba sentado en la orilla de
mi cama frente a una mesita, escuchando algo de música y haciendo mi tarea, he
visto que Raúl se ha conectado, muero por hablarle, pero me he prometido
alejame, una vez más de él, la vida es muy injusta abecés. Abro la ventana de
su chat, escribo unas cuantas palabras pero las vuelvo a borrar, de pronto….
Leo que está escribiendo algo, pero no llega nada, me pregunto si le pasa lo
mismo que a mí y lo borro, talvez tiene muchas cosas que decirme y no es capaz
al igual que yo.
Me doy por vencido y me tiro de espaldas sobre
mi cama, hace tanto que no hablamos, en realidad lo extraño. Alcanzo a escuchar
que me llega un mensaje, me inclino rápidamente y jalo la computadora a mi cama, es el.
Me
dice hola, trato de calmarme, me sudan las manos, estoy aún pensando si debo
responderle, lo hago. Después de casi media hora, aun no nos quedábamos sin
algo que decirnos, hacia tanto que no sabía realmente nada de su vida, me duele
el cuello, ya es un poco tarde y mi madre no tarda en llamarme para cenar así
que me despido pero sin pensar mucho le escribo; me dio mucho gusto platicar
contigo, extrañaba esto, no puedo negarlo, en realidad extraño todos esos
tiempos en los que éramos amigos.
El
no tardo en contestar; también te extraño y a esos lindos momentos que
pasábamos en la secundaria cuando éramos novios ¿recuerdas?
Por
qué me hace esto… −si lo recuerdo muy bien− respondo.
−recuerdas
nuestra primera vez, quisiera volver a estar contigo…
Esto
es demasiado para mí, no puedo más, y lo dejo solo en visto, no solo porque me
deja sin palabras, sino también porque no es justo que esté haciéndole esto a
paula, si ahora esta con ella, porque me dice estas cosas, que gana con
hacerlo.
Esa
semana, me sentía muy incómodo en las clases de deportes, no podía volver a ver
a Jonathan con los mismos ojos después de aquel baile, pero llego al fin el
viernes y antes de salir nos pusimos de acuerdo para hacer un trabajo juntos el
fin de semana, aprovechando ofrecí mi casa para organizarle algo a leo.
Ese sábado me levate muy temprano para tener
todo listo para su llegada, Salí al supermercado y traje todo lo necesario para
el festejo. La cita era a las cinco en punto, pero nadie es puntual y todos
terminaron llegando casi media hora tarde. Paula fue la última en llegar y no
lo hizo sola, me sorprendí al ver cruzar por mi puerta a Raúl, la última vez
que estuvo aquí lo fue para pedirme perdón y que regresáramos. Me acerqué a
ellos para saludarlos, bese la mejilla de paula y le extendí la mano a él, un
extraño
cosquilleo recorrió mi cuerpo al sentir su piel,
desde el centro de mi estómago hasta la punta de mis dedos.
Estaba
tan lindo como siempre, con sus jeans azules deslavados, una camisa blanca que
terminaba justo antes de su cinturón, esa media sonrisa encantadora que podía
derretirme con solo verle, podía sentir su mirada sobre mí.
−pensé
que vendrías sola− dije a pula, después de pensar que talvez había sido muy
directo.
−pues
aquí mi noviecito que quiso venir conmigo, espero no les moleste.
−para
nada… −conteste entre dientes.
Nos
quedamos en la sala de mi casa, en la cual había colocado una mesa para que
pudiéramos hacer el trabajo. Pasando casi la hora, mientras regresaba de la
cocina con vasos de refresco, Raúl se llegó a sentar a mi lado.
−
¿todo bien? Pregunto.
Solo
respondí moviendo la cabeza sin siquiera voltear a verlo, pero al parecer
estaba ensañado en llamar mi atención, comenzó a meter los dedos en la
rasgadura de mi pantalón, se me erizaba la piel, tomo uno de los hilos y jalo
del desgarrándolo aún más. Solo respondí gritándole; tonto…
Siguió
molestándome por el resto de la tarde, mi paciencia estaba a punto de terminar,
en eso, Yoli dijo que necesitaríamos mas cartulinas para el trabajo, que
alguien debería ir a comprarlas, a lo que paula se ofreció, antes de que
salieran, julio recomendó que yo los acompañara porque si no, no regresarían pronto,
sin muchas ganas accedí.
Deje
a los chicos en mi casa, avanzando en nuestro proyecto, ya a unas cuadras de la
casa, el iba caminando a mi lado, después paula. Subimos por una enorme acera,
trataba de ir adelante o atrás de ellos, pero siempre terminábamos juntos los
tres, en una de esas, mis torpes pies me jugaron una de las que acostumbran,
tropiezo y alcanzo a tomarme de lo primero que puedo.
Me doy cuenta que estoy tomado de la entrepierna de raul, el
da un brinco, sorprendido, me pongo rojo y lo suelto rapidamente, paula se rie,
solo digo perdon y sigo caminando rapido delante de ellos.
entro rápidamente a la papelería, aun nervioso, no
veo a nadie detrás mío, quizá se quedaron afuera, de pronto siento que me toman
una nalga y la aprieta fuerte… volteo y es Raúl… me aparto rápidamente y el
solo se ríe, me doy cuenta de que paula nos vio.