TEMPORADA 2
CAPITULO 38
“SIENDO UNO SOLO”
Ahí estábamos, uno
frente al otro, sus dedos entrelazados con los míos, el… mi querido amigo, mi
otra mitad, mi primer amor, mi amante, mi todo, yo… total y completamente suyo.
Tenerlo, no era simplemente eso, era aún más,
era realmente hacer el amor. Deslice su ropa fuera de su cuerpo y el la mía,
recorría con sus labios cada parte de mi cuerpo mientras el agua de la ducha
caía sobre nosotros, desnudos, mojados y con el corazón a mil, Mis manos se
deslizaban por su espalda, sobre sus bellos, hasta llegar a sus glúteos, el
hizo lo mismo, lo apreté hacia mí, su miembro rosaba mi entre pierna, una y
otra vez, en un ligero y lento movimiento hacia delante y luego hacia atrás.
Así nos quedamos,
juntos, abrazados, siendo uno solo, mientras el agua caía sobre nosotros,
sentía los dedos de las manos fríos, pero eso no evitaba que quisiera seguir
así, pegado a él. Salimos, el tomado de mis dedos entre lazados a los suyos,
apague la luz de mi cuarto, solo nos iluminaba la luz de la luna que entraba
por mi ventaba, regrese a él, a sus labios, como si los necesitara para sobre
vivir. Me abrazo, tomándome de la cintura, entre lace mis piernas a la suya,
mis pies no tocaban el suelo, me aferre aún más fuerte a su cuello, podía
sentir su respirar, su aroma a hombre revuelto con sudor y alcohol.
Camino cargando
conmigo y me tiro suavemente sobre la cama, lo tenía aquí, entre mis piernas,
viéndome fijamente, jadeando, tan sexy como siempre, despacio comenzó a besar
mi ombligo, dando pequeños círculos con su lengua, recorriendo con pequeños
besos tiernos, bajando por mi bello, sin tocar mi entre pierna, esa tortura me
ponía aún más caliente, deslizaba sus labios sobre mis piernas, se me erizaba
el cuerpo, ahora era totalmente suyo, para siempre.
De pronto, llego a mis pies, se levantó
quedando fuera de la cama y me tomo fuerte de los tobillos, dándome bruscamente
la vuelta, sin darme cuenta me encontraba ya boca abajo sobre la cama.
Se colocó nuevamente
sobre mí, recargado sobre sus rodillas, deslizo sus manos sobre la parte baja
de mi espalda hasta llegar a mis glúteos, con una mano sobre cada una apretó
fuertemente, mientras yo deseaba tenerlo ya dentro de mí.
−Raúl… −dije su
nombre con vos entre cortada, pidiendo lo a él.
−lo se bebe, espera,
quiero darte una noche que jamás olvides.
−nunca olvidare cada
momento a tu lado, ni siquiera los pequeños detalles.
Imaginaba que él
sonreía detrás de mí.
−te amo−dijo finalmente.
Cada letra retumbaba dentro de mí, haciendo que este momento fuera aún más
especial.
Se recostó sobre mí,
besaba por detrás de mi espalda, por mi cuello, sabía que eso me volvía loco,
recargo sus brazos sobre mí, podía sentir su pene entre mis glúteos, se movía
lentamente sobre la línea entre ellos, torturándome de placer.
− ¿estás
listo?−pregunto jadeante.
Moví la cabeza.
Lentamente se
introdujo dentro de mí, ahora éramos uno solo, las gotas de sudor recorrían su
frente hasta caer sobre mí, podía escuchar lo jadear.
−más fuerte−susurre.
El acelero su
movimiento haciéndolo más y más irresistible de pronto dijo; me voy a venir.
Saco su pene y eyaculo sobre mí. Se tiro a mi lado yo seguía boca abajo, se
acercó a mí y subió su pierna sobre la mía, con su mano acariciaba mi cabello y
sin darnos cuenta nos quedamos dormidos.
A la mañana
siguiente estábamos completamente dormidos, juntos, abrazados, sintiendo su
calor y su aroma, podía haber pasado horas así, sin querer levantarme de la
cama pero por sorpresa algo nos despertó de golpe.
Toc toc toc… la
puerta de mi cuarto, abrí los ojos por un momento no captaba lo que sucedía
hasta que desperté por completo.
−Fer, mi amor estas
despierto− dijo mi madre
Brinque sobre la
cama, sentándome de golpe, estaba junto a Raúl, completamente desnudo, en
cualquier momento mi madre podría abrir la puerta y vernos. Como pude desperté a
Raúl.
−joder que es mi
madre, tienes que esconderte− le decía mientras
el también despertaba con susto, mi corazón corría a mil por hora y de pronto
la chapa comenzó a girar.
−mama!! No estrés que
estoy desnudo−grite.
Demasiado tarde mi
madre se encontraba parada, totalmente atónita junto a la puerta, voltee a ver
a Raúl que estaba bajo las sabanas, regrese la vista hacia ella que aún seguía pálida,
creo más que yo.
−que yo… solo venía
a decirte que voy a ir al súper con tu padre. – dijo tartamudeando y cerró la
puerta rápidamente.
−mierda, mierda, mierda. (Golpeaba la cama con mis
puños)
− ¿crees que se dio
cuenta que era yo?− dijo Raúl
No sabía si
realmente mi madre se había dado cuenta que su hijo estaba en la cama con otro
chico, Raúl se tenía que ir, seguramente más tarde que regresarían iban a
querer hablar sobre lo ocurrido, no tengo la cara ni el valor para afrontarlo,
no así, no ahora, esta no era la forma en la que quería que mis padres se
enteraran de que era gay.
FIN DE LA SEGUNDA
TEMPORADA.
