2ª TEMPORADA
CAPITULO 37
“DENTRO DEL AGUA”
No supe en que
momento, Yoli y yo terminamos bailando sobre la mesa, tal vez eran las copas
que me hacían ya delirar o mi canción favorita que sonaba de fondo, ella me
seguía el ritmo y todos aplaudían y gritaban como locos debajo nuestro, de pronto,
escuche un grito, voltee a ver al piso rápido, era Yoli que estaba sentada en
el pasto, julio la levantaba mientras yo trataba de bajar de donde estaba,
todos morían de risa.
−mujer ¿pero qué ha
pasado?−dije entre risas.
−se me acabo la
tarima… − contesto riendo.
−ni una más, cariño,
que ya estás perdiendo el estilo.
Las cosas se
calmaron después del accidente, gracias al pasto que ayudo al aterrizaje no
paso a mayores, después de que las botellas nuevamente acabaron, aun nadie
quería irse a casa pero ya era demasiado tarde. Salimos juntos a la calle a
esperar un taxi donde se irían todos juntos, solo quedábamos julio, Isaac, Raúl
y yo que aprovechamos para meternos una vez más a la alberca, de alguna forma
teníamos que bajarnos un poco la borrachera porque conduciríamos hasta casa.
Me senté a la
orilla, solamente con los pies dentro del agua, los chicos estaban tras de mí,
de pronto escuche que julio, dijo; ¿y si
nos metemos todos en bolas?
Sin pensarlo dos
veces todos comenzaron a quitarse la poca ropa que traían hasta quedar
totalmente desnudos, corrieron y se aventaron a la alberca, parecían unos niños
riendo y aventado se agua. Isaac se acercó a mí.
− ¿te nos unes?
La pregunta se
repitió unas diez veces más en mi mente, talvez retardando la respuesta, me
preguntaba si algo tenía que ver lo sucedido antes en el baño. Raúl gritaba
desde lejos; vamos cariño no seas aguafiestas. Podría haber sido una propuesta
que cualquiera se pondría a pensar dos, tres o más veces antes de decir no,
tener tres chicos lindos, totalmente desnudos en la alberca. Finalmente dije
que no, me sentiría demasiado apenado si me vieran todos sin ropa, es algo que
aún no me atrevería a hacer por más loco y borracho que este. Solo me reserve a
quedarme sentado junto a una de las mesas cercanas mientras ellos peleaban y se
aventaban, el tan solo verlos hacer eso, me resultaba sumamente sexy.
El primero en salir
fue julio, que camino como si nada hacia su ropa tirada en el pasto, mientras
Isaac me pedía que le pasara la toalla que estaba sobre una silla, ni siquiera
me había dado cuenta de que estaba ahí, rápidamente se la pase mientras el
salía del agua, ahora si pude verlo, de cerca y muy detenidamente mientras se
secaba, ese tipo me ponía mucho, su tono bronceado y su torso marcado, por un
momento me perdí en el recorrido que la tela hacía por su cuerpo, termino y se
enrollo la toalla a la cintura.
Raúl fue el último
en salir, solamente se había colocado su pantalón, que dejaba ver su bóxer
blanco, era hora de irnos, mientras esperábamos en el portón de la entrada a
que los chicos terminaran de cambiarse para despedirnos, me arrincono
suavemente al carro. Baje mis manos y las coloque sobre su cintura, con los
dedos en la parte donde su pantalón y su ropa interior terminaban, deslice mi
mano izquierda hacia la parte baja de su espalda, mientras el comenzaba a
acelerar su respiración.
−que me la pase muy
bien hoy contigo− dijo con voz entre cortada.
Yo seguía en lo mío,
mis labios buscaban los suyos.
−mi amor, que esto
es muy… muy bueno, pero que estamos en la calle, cariño.− dijo mientras me daba
un beso y se apartaba un poco. Julio e Isaac venían saliendo junto en ese
momento. No sé qué había pasado conmigo, no soy de demostrar afecto en público,
quizá todo lo ocurrido en el día ya estaba comenzando a hacer efecto. Nos
despedimos y pusimos en marcha rumbo a casa.
Abrí la puerta, todo
estaba obscuro, entramos tratando de hacer el mínimo de ruido, casi de
puntitas, todo indicaba que mis padres estaban dormidos, subimos las escaleras
directo a mi cuarto. Estábamos agotados, olíamos a una rara mescla de sudor,
alcohol y cloro de alberca, el cuerpo me picaba, talvez por haber estado
recostado en el pasto, de un lado de la cama yo y por el otro Raúl, quitándose los
tenis.
Él se había
recostado sobre la cama, yo daba vueltas en mi cuarto buscando que ponerme para
dormir.
−oye y si… ¿nos
damos una ducha? – comente algo nervioso.
Se sentó rápido y respondió
− ¿juntos?
−pues claro, digo…
am si tú quieres.
Se levantó y camino
tras de mí.
ULTIMOS CAPITULOS 2 TEMPORADA