2º TEMPORADA
CAPITULO 36
“BAJO LA LUNA”
Estaba divino como
siempre, con sus fuertes brazos, su sexy abdomen, sus shorts mojados hasta la
cintura dejando ver sus boxers azules, me acerque a el que me esperaba con ansias.
−pensé que ya no
vendrías, ¿que traes ahí?− dijo sonriendo.
−la pesada de mi
madre no me dejo venir con las manos bacías, ¿estabas incomodo?
−am… no, tus amigos
son un desmadre, te marque mil veces, pude haber ido por ti, mi padre me dejo
el carro.
−eso veo, ni tantas
veces, pero ya estoy aquí.
Entramos y ahí
estaba medio salón, unos dentro de la alberca y otros dispersados por el
jardín, julio que jugaba futbol con Isaac y otro chico corrió a saludarme, pedí
permiso para ir a su cuarto a cambiarme de ropa y ponerme algo más cómodo.
Más tarde regrese,
fui a la alberca donde estaban las chicas, Yoli en los hombros de leo, en
cuanto me vieron, la echo a un lado y salieron a verme. Después de la cantaleta
por llegar tarde me ofrecieron el primer vaso de quien sabe qué, pero fuertísimo
a alcohol, comí un poco, de fondo sonó una de mis canciones favoritas de inna, Raúl
lo sabía y se levantó a bailar conmigo, éramos los únicos locos haciéndolo, al
terminar nos metimos en la alberca, estaba montado sobre sus hombros, con las
piernas enrolladas a su cuerpo, de pronto me llevo a la parte más honda, mis
pies no tocaban el fondo, ni los suyos.
− ¿y si te suelto?−bromeo
−no te atrevas− dije
aferrándome más a él.
Se pegó a una de las
esquinas y me dio a vuelta, ahora estábamos frente a frente, yo seguía con las
piernas enrolladas en él, subió sus manos sobre mí agarrándose a la orilla de
la alberca, podía sentir su respiración. Se mordió los labios, me miraba
fijamente.
−se lo que estas
tratando de hacer… −le dije junto al oído.
− ¿ah sí?
Por un minuto olvide
que en la fiesta no solo estábamos mis amigos y yo, sino más compañeros de clase,
retome la cordura y le pedí que me llevara a la orilla.
Después
de unas horas, ya estábamos sufriendo los efectos del alcohol, no llevaba el
conteo de los vasos que me había tomado, ni de las botellas que ya estaban vacías.
Moría por ir al baño, me pasaba siempre que ya estaba borracho, entre a la casa
de julio, mientras estaba ahí, escuche que se abrió la puerta del baño, me
apure lo más que pude, subí mi cierre, abrí la puerta
y por fuera de
frente estaba Isaac, súper borracho, con el zíper abajo, sacándosela, alzo la vista
y me vio, lo vi, inevitablemente regrese mi mirada hacia abajo, tenía la polla
de fuera, era un momento incomodo, se me habían bajado las copas de golpe. Subió
su pantalón nuevamente agarrándolo con una mano sin abotonarlo.
−que yo... – trate
de decir algo.
−lo ciento, no sabía
que estaba ocupado− dijo apenado.
−sí, que gran… am...
equivocación− respondí.
Seguíamos los dos de
frente, yo me rascaba la cabeza, y el esquivaba mi mirada,
−ya… ya me iba ¿me
dejas salir?
Se hizo a un lado,
regrese afuera con los demás, no podía quitarme de la cabeza lo sucedido, me había
dejado totalmente cachondo.
Unos minutos después,
comenzaba a oscurecer, los tragos habían terminado, los invitados comenzaban a
irse. Éramos ya solamente mis amigos, Raúl y yo.
−yo aún no me quiero
ir− dijo leo.
−yo también aún
tengo pila para rato− respondió Yoli.
Ya no había ni
botellas de refresco, ni comida, ni nada. Raúl se acercó a mí y me pregunto, si ya quería
irme, a lo que respondí que no, se dio la vuelta y grito a los demás; está bien
ahora llamo a que nos mande algunas cosas. Todos celebraron.
Que llego todo, nos
fuimos al jardín, jalamos una mesa y las sillas, la música sonaba nuevamente y
todos bailábamos bajo una luz tenue de la luna, nunca en mi vida me la había
pasado tan bien, acompañado de las personas que más quería en este mundo.
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