EL DIARIO DE FER TEM 2 CAPITULO 35

TEMPORADA 2

CAPITULO 35

“ENTRE TUS BRASOS”

La última semana de clases se estaba yendo demasiado rápido, la organización de la fiesta iba bien, excepto por paula, que a media semana nos avisó que se iría de viaje con su madre. Todos queríamos que no se fuera, pero ya vendrían más oportunidades para hacer algo juntos.

El jueves por la mañana, me levante muy temprano para ir a la estación de autobuses a despedirla, llegue a la hora acordada. Su madre y ella llegaron repletas de maletas, ayude a subirlas y antes de que se fuera me dio un fuerte abrazo.

−te voy a extrañar estúpida… mira que dejarme solo en la escuela.

−estarás bien sin mí, prometeme que no te meterás en problemas− aun me tenía entre sus brazos.

Note que comenzaba a llorar, no quería hacerlo también y montar un espectáculo al público que nos miraba. Siempre pienso en no llorar en las despedidas, la vida me ha enseñado a que no sabes si volverás a ver a la otra persona, así que intento siempre sonreír, aunque sea se acordaran que lo último que vieron de mi es eso.

Finalmente moví la cabeza y dije; te lo prometo.

Camino hacia el autobús, secándose las mejillas, antes de subir volteo y dijo.

−Fer, no tomes mucho en la fiesta.

−eso no te lo puedo prometer cariño−grite, mientras nos despedíamos moviendo la mano.

Viernes, eran casi las diez, yo seguía recostado en mi cama, boca abajo, de pronto escuche que la puerta de mi cuarto se abrió, no tome importancia, seguro era mi madre que venía a regañarme por estar aun así. Sentí que se sentaron en mi cama, de pronto escuche una voz que decía; hola flojo. Era Raúl, voltee a verlo y conteste.

−acaso tú no deberías estar estudiando.

−Salí temprano ¿puedo recostarme contigo?

Le hice un espacio, me pegue hacia pared, se acostó junto a mí.

− ¿aun tienes sueño?−preguntó.

−un poco.

−ven te espero a que se te pase− dijo mientras me atraía hacia él.

Me recosté sobre su pecho y quede nuevamente dormido. Al pasar poco más de media hora, me desperté mientras él me acariciaba el cabello.

− ¿ahora sí puedo decirte buenos días?−dijo con mientras sonreía.

− ¿sabías que mi madre podría entrar en cualquier minuto?

−eso no te importo hace rato, además, cuando entre le puse seguro a la puerta, además tu mama es banda.−respondió riendo.

Me levante, estirándome, pregunte qué hora era, moría de hambre.

−me iré a bañar y bajamos a desayunar vale.

− ¿puedo entrar contigo?

Me eche a reír y serré entre al baño.

Mientras desayunaba, le pregunte por paula, pensé que no sabía que se había ido de viaje ya que no fue a despedirla. Le comente sobre la fiesta, me pidió que lo llevara, lo pensé por un momento, no creo que tenga problemas, se lleva con la mayoría de mis amigos.

En la escuela, dimos los últimos preparativos para la gran noche, cooperamos para que compráramos unas cuantas botellas más, la lista de invitados había aumentado, pero no nos preocupaba la cosa era pasarla bien. Termino el día y con ella la última semana de clases, adiós al primer año. 

Sábado por la mañana, me desperté temprano, ansioso de que la hora llegara y justo una hora antes, a mi madre se le ocurrió que no debería ir con las manos vacías ya que le había dicho que sería un pequeño convivio organizado por la mama de julio. Culpa mía. Me hizo correr para conseguirle todo lo que necesitaba y que me preparara algo, el sol se empezaba a ocultar, seguramente terminaría llegando tarde, solo a mí me pasan estas cosas…

Finalmente llegue, una hora tarde, como era de esperarse para estas cosas, todo mundo había llegado puntual, mi celular, ni siquiera lo había revisado, tenía doce llamadas perdidas de Raúl que seguramente ya estaba ahí. Baje del taxi, él estaba esperando en la puerta junto al carro de su padre, me vio y sonrió de oreja a oreja.

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CAPITULO 34

“RECUERDOS”

Sabía que tenía más intenciones que solo tratar de ayudarme, era mucha casualidad topármelo justamente aquí.

Subimos al taxi, minutos después llegamos a mi casa, saque las llaves de mi bolsillo, entramos, estaba todo obscuro, aparecer no había nadie, invite a Raúl a entrar, llevamos las bolsas hasta la mesa de la cocina, le dije que me esperara en la sala, que podía encender la tele. Coloque todo en su lugar, destape un refresco y prepare unas tortas para que cenáramos, cuando llegue con él, estaba recostado sobre el sillón, sin tenis, viendo una caricatura llamada, dragon ball z, una de sus favoritas, como cuando éramos adolescentes.

Deje los platos sobre la mesita y me hice un espacio junto a él, mientras volvía a colocar sus pies pero ahora sobre mis rodillas, seguía recostado, riendo mientras veía la televisión, por un segundo quede clavado viéndolo sonreír y entendí cuanto lo amaba aun.

−sabes, recuerdas cuando éramos mejores amigos y no teníamos clases, yo no le decía nada a mi papa y venia contigo todo el día−dijo.

−si jajaja me despertabas a las ocho de la mañana de todas formas.

−lo siento, ¿Cómo fue que dejamos que todas esas cosas que hacíamos juntos desaparecieran?

−enrollándonos en una cama, supongo…

No me contesto más, terminamos de cenar, eran casi las diez de la noche y mis padres no habían llegado aún, moría de sueño así que le dije a Raúl que ya me tenía que ir a dormir.

Me ayudo a llevar los platos a la cocina, los lavo mientras yo lo observaba sentado en una silla frente a la mesa. Después de que termino, se acercó a mí y dijo; bueno creo que ya me tengo que ir.

−sí, nos veremos mañana va…−conteste mientras me levantaba.

Me tomo de la cintura y me recargo sobre la mesa, paso lentamente sus labios sobre los míos, sin tocarme, haciéndome arder por dentro, hundió sus dedos en mi cabello, echándome hacia atrás y mordió la parte baja de mis labios. Moría por besarlo, pero no podía hacerlo, algo estaba mal. Me separe de él.

− ¿Qué pasa? ¿Por qué no dejas que te bese?−pregunto.

−puedo hacerte una pregunta, pero quiero que me la contestes con toda sinceridad.

−claro.

− ¿Qué sientes por paula?

Él se separó de mí y quedo serio, pensativo. Continúe diciendo; te he estado observando, a los dos y hay veces que pienso que realmente estás enamorado de ella.

−no Fer. No lo estoy, solo te quiero a ti.

−y entonces porque sigues con ella, porque la llevas de la mano frente a mí, la besas y después quieres estar conmigo como si nada hubiera pasado, no sé si para ti esto sea normal, pero para mí no Raúl.

−paula… paula es una niña muy especial y no podría hacerle daño−respondió.

−entonces, eso significa ¿que todo seguirá como hasta ahora?

Bajo la mirada al suelo, interprete su silencio, talvez en el fondo si la quiere y soy yo quien no lo deja avanzar, entendí que simplemente seria el perdedor en este juego.

Al siguiente día, era lunes, estaba listo para la última semana de clases antes de irnos a vacaciones y pasar a un nuevo año, como era costumbre, Yoli paso por mí, le conté todo lo ocurrido anoche, dijo que talvez tenía razón y podía ser que a Raúl en verdad le gustara paula y dejar que lo que tenían los dos continuara, hablaba de lo mucho que los quería a ambos.

Esa tarde mientras estábamos en la cafetería todos reunidos cuando julio llego y dijo; chicos quiero hablar muy seriamente con todos ustedes. Todos nos quedamos serios, jalo una silla y se sentó, continuo diciendo; como saben esta es nuestra última semana de clases y este año hemos pasado tantas cosas juntos, así que pensé… que talvez querrían hacer algo el sábado, no sé, una pequeña fiesta, mis padres, como de costumbre no estarán así que podemos hacerlo ahí.

Todos nos alegramos y contestamos que si rápidamente, aunque solo seriamos nosotros queríamos organizar algo bien, teníamos cuatro días para hacerlo. Conociendo a mis amigos, ya me imaginaba las locuras que nos esperaban en la fiesta de fin de curso… 

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