2ª TEMPORADA
CAPITULO 26
“BESOS HUMEDOS”
Dicen que la adolescencia es la etapa más
difícil para cualquier joven, pero nadie se imagina lo que puede llegar a pasar
un chico que vive siendo quien en realidad no es por miedo a la sociedad, a ser
reprimido y apuntado con el dedo, usar una máscara con el mundo y ser tú mismo
frente a pocos.
Esas personas, las pocas a quienes puedes
llegar a confiar, pueden convertirse fácilmente en tus aliados o en tus peores
enemigos.
Unas dos semanas habían pasado desde aquel
interrogatorio en la cafetería, mientras estaba bajo la regadera, bañándome
para ir a la escuela, pensaba, en que aquello que ocultaba ya no estaba tan
oculto, ahora cinco personas conocían al verdadero Fer.
Esa era una de las pocas mañanas en que me
levantaba con verdaderas ganas de llegar a la escuela, como era costumbre,
después de desayunar en familia papa me llevo a clases. Al llegar fui directo a
la cafetería donde sabía que mis amigos debían estar, era el único que faltaba
y no tardaron en reprochar mi tardanza. Trate de acoplarme rápidamente a la
conversación, había planes para esta tarde, después de clases iríamos a la casa
de julio aprovechando su alberca y que sus papas no estarían. Pero mientras eso
pasaba llego una de mis clases preferidas.
talvez no era la clase, sino el maestro, ver a
Jonathan me enloquecía esa sensación de ser algo prohibido lo hacía mucho más
sexi, sobre todo cuando se acercaba a
mí, apoyándome con mis ejercicios, tocando mis piernas, sintiendo sus manos en
mi suave piel, ese madurito tenía que ser mío pronto.
Esos momentos cuando se paraba frente a mí y
lentamente se levantaba la camisa para limpiarse la cara, dejándome ver su
cuerpo, sudado, poniéndome nervioso y con ganas de abalanzarme sobre él.
Entre tantas tonterías como esas se me fue la
mañana, la tarde llego llena de planes por hacer, como ya habíamos quedado
salimos juntos a casa de julio pero sin antes pasar a comprar algunas cosas
para comer y estar a gusto, en el camino, llame a casa y pedí permiso a mi papa
para quedarme a dormir a lo que respondió que sí. El sol de la tarde estaba a
todo lo que daba, llegando corrimos a colocarnos a un lado de la alberca, Isaac
y yo nos ocupamos en jalar unas mesas y sillas, julio saco vasos y platos de su
casa, entre ellos una botella de vodka rezagada de una de las reuniones
pasadas. Yolanda y paula que también nos acompañaban servían todo para poder
sentarnos a comer.
Al poco rato después de terminar, charlamos y
reímos a carcajadas de nuestras ocurrencias, los chicos se quitaron las
camisetas y se tiraron al agua quedándome solo, no sabía nadar, pero nadie lo
sabía.
Comenzaron a jugar, corrían por el pasto,
tratando de alcanzar a Yoli, la atraparon fácilmente y la tiraron al agua, de
pronto escuche como alguien desde la alberca grito, sigue Fer… había sido
paula. Me levante de inmediato, no sabía qué hacer, si corría me atraparían
rápido, la idea más estúpida que se me pudo haber venido a la cabeza podría
salvarme, me tire en el piso junto a la mesa de hierro, julio trato de jalarme,
pero me aferre a una de las patas, al parecer mi tonta idea estaba funcionando,
los demás se morían de la risa al verme aferrado, finalmente se dieron por
vencidos o eso pensaba, al salir, después de que se me olvidara el asunto julio
se paró tras de mí, al percatarme voltee, forcejeamos, pero en eso me enrede
entre sus pies y me fui de boca hacia uno de los tubos junto a la alberca, mi
cabeza daría con él, pero justo antes de caer él pudo tomarme por detrás, casi
salvándome la vida, no sé qué hubiera pasado si no hubiera logrado hacerlo.
Todos quedaron espantados, mirando, en silencio.
− ¿estás bien?
−sí, no te preocupes− no quería que mi amigo
se sintiera culpable por lo que pudo haber pasado, solo le sonreí y el a mí. Me
quede sentado a la orilla y el junto a mí.
− ¿por qué no quieres entrar al agua?
−todos están en la parte onda y yo no sé
nadar.
− ¿ese es el problema? Por qué no lo dijiste
desde un principio, ven te enseñare.
Julio siempre era un amor conmigo, por eso era
mi mejor amigo. Al poco rato alguien más llego, no puede ser, era Raúl, ¿acaso
no podía estar un día en paz sin verlo? Paula lo había invitado, trate de no
tomarle la mayor importancia a su presencia, no quería perder este lindo momento
con mis amigos.
Después de las clases de natación, el sol se
comenzaba a ocultar, todos salimos y nos sentamos en la orilla, terminamos lo
que quedaba de la botella, ya en risas, Yoli salió con una de las suyas, nos
retó a un juego de la botella, pero a su forma, de prendas…
El poco alcohol y la poca luz nos hicieron
efecto, respondimos que si rápidamente, nos colocamos en círculo, así, poco a
poco la luz fue disminuyendo más, como la ropa sobre nuestros cuerpos. Cuando
la mayoría quedamos solamente en ropa interior decidimos parar el juego, pero
la organizadora salió con otra de sus ideas de nuevo, aprovechando la
obscuridad jugaríamos por besos.
Paula con julio, Yoli con Isaac, éramos
mayoría hombres y no tardo en tocar a dos juntos, oh sorpresa Isaac con Raúl,
pero no quisieron darse un beso así que el castigo fue leve, ambos se pondrían
de frente y se tocarían las nalgas, cumplieron finalmente después de renegar
mucho. El destino parecía jugarnos una broma macabra, después de dos turnos
más, la botella me apunto y en su otro extremo nuevamente a Raúl.
Yoli y los demás, gritaban que ahora si
teníamos que cumplir el reto, paula solo miraba con una pequeña sonrisa. Me
puse de pie y el también, que en el fondo en verdad lo queríamos, se acercó a
mí y me tomo de la cintura, ambos estábamos en ropa interior, escuchábamos que
decían emocionados – ¡BESO, BESO BESO!−
al volver a sentir nuevamente sus manos sobre mi piel, un escalofrió
recorrió mi cuerpo, sus labios se unieron a los míos, suaves y húmedos,
apartándonos lentamente.
−bueno, reto cumplido−dije finalmente y me
senté…
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