2ª TEMPORADA
CAPITULO 25
“REVELANDO SECRETOS”
Paula
no dijo palabra de lo sucedido y yo tampoco, no sabía que era lo que había
pensado, talvez estaba exagerando y no era para tanto, solo yo comprendía el
verdadero significado de todas las indirectas de su novio, no sé hasta cuando
pueda resistir esto. Esa tarde, regresamos a mi casa a terminar el trabajo,
para después sacar de mi refrigerador la sorpresa de leo, un pastel especial
para él, no habíamos podido celebrar su cumpleaños y aprovechábamos que ahora
estábamos todos juntos reunidos.
Ese
próximo lunes en la mañana, después de mucho pensarlo y posponer mi despertador
por fin me levante más indispuesto que nunca para ir a la escuela. Esa tarde algo curioso sucedió.
Mientras
estábamos en un receso de clases gracias a un profesor que no llego ese día,
decidimos tratar de salir de la escuela, pero hacerlo resulto un lio, la
portera nos lo hacía un caso imposible.
Estaba
con Yoli y paula como de frecuencia, frente a nosotros se podía ver la cancha, había
un chico, muy sexy el cual ya había visto en ocasiones anteriores, era parte
del equipo de basquetbol de la escuela, su entrenamiento acababa de terminar,
se quitó la camisa, dejándonos ver su bien trabajado cuerpo bañado en sudor,
quedándose solo con unos pantaloncillos de mesilla sujetados por un cinturón
negro bajo la línea de su bóxer. Las chicas estaban boquiabiertas y yo también,
hasta que algo volvió a llamar nuestra atención.
−
¡chicos!
Volteamos
rápidamente, era una señora parada del otro lado del portón, nos preguntaba
sobre su hijo y si lo podíamos buscar, el cual por casualidad era el perfecto
hombre que nos hacía babear segundos antes, el cual, era de esperarse, Yoli
conocía.
−pueden
decirle que venga, por favor.
−claro,
suegra… respondí sin querer.
Había
hablado sin pensar, paula me miraba sorprendida, después de preguntarle a
Yolanda ¿escuchaste lo que dijo, a lo que respondí; solo estoy jugando. Tratando de arreglar el
asunto.
Me
pregunto si esa curiosidad o desconfianza sobre lo que dije tenía que ver con
lo sucedido con Raúl aquella tarde, pero por más que quisiera no podía decirle
la verdad, porque tendría que echar abajo su relación.
Julio
había quedado conmigo para cenar después de clases, hacía mucho tiempo que no
pasábamos juntos un buen rato, ya que él tenía otros intereses que a mí no me
atraían mucho, como el deporte o los videojuegos, justo antes de salir Yoli me
detuvo.
−Fer,
que… quería decirte que… si no quieres ir a tomar algo, quiero platicar
contigo.
Antes
de que pudiera responderle llego julio por detrás, saludándonos con su sonrisa
y su buen ánimo de siempre. Trate de explicarle que ya tenía planes, la verdad
quería pasar un rato tranquilo, pero después, julio la término invitando a
unirse a nosotros.
Estábamos
en un café del centro, delante de mi media rebanada de pastel de chocolate, mi
favorito, cortesía de mi mejor amigo, me esperaba. La tarde estaba pasando de
lo más linda, entre pláticas y risas, hasta que un ambiente tenso se apodero de
nuestra mesa cuando Yoli dijo realmente porque estaba aquí.
−Fer,
creo que es tiempo de que hablemos con sinceridad, yo soy natural, tal y como
soy con ustedes y quisiera que fueran quienes en realidad son conmigo…
Voltee
a ver rápidamente a julio consiente de lo que ella estaba a punto de preguntar…
Continuo
diciendo – hace tiempo que te he venido observando y en un principio no le tome
la importancia, pero poco a poco me he convencido de que talvez esa tonta idea
que daba vueltas por mi cabeza pudiera llegar a ser cierta, sé que no es el
lugar preciso para preguntártelo y hubiera preferido hablar esto entre tú y yo…
−suspiro profundo, me tomo de la mano sobre la mesa y dijo; Fer, bebe ¿eres
gay?
Quede
sin aire, julio casi escupe su café sobre nosotros de la impresión, comencé a
sudar frio, a tartamudear, no quería decírselo, pero tampoco me esperaba esto,
en fin, creo que no me quedaba otra salida que decirle la verdad.
−Yoli,
la verdad es que…
Julio
me interrumpió diciendo; la verdad es que mi amiguito tiene una forma de ser
muy peculiar, siempre lo confunden, hasta yo lo llegue a pensar, pero no creas
que…
Ahora
fui yo el que interrumpió aquel lindo detalle de mi mejor amigo, mira que
tratar de tapar algo tan obvio, pero agradecía su intención.
−sé
que debí decirles esto hace mucho tiempo, una amistad no se basa en mentiras y
yo ya no quiero seguir mintiendo, sí, soy gay, pero por favor te voy a pedir
que no se lo digas a nadie más.
−hay
que comprender que si no lo dice es porque tiene que estar seguro de sí mismo y
talvez le preocupa lo que nosotros podamos llegar a pensar de él. –dijo julio.
−como
que… ¿ya lo sabias?−pregunto sorprendida.
A
lo que el respondió moviendo la cabeza sin decir nada más.
−tienes
que comprender que esto es muy difícil para mí y espero respetes mi decisión de
seguir ocultando lo más que se pueda esto, promete que no se lo dirás a nadie,
ni a paula.
Pareciera
que lo que yo pedía era algo imposible, la demora de su respuesta me hacía
sentir que me tenía en sus manos, podría destruir mi vida con tan solo revelar
mi secreto. Pero finalmente dijo; sí.
Esa
noche, recostado sobre mi cama, pensaba en cuanto más podría guardar este
secreto. Pero sin pensar, más que haberme puesto en las manos de Yoli, había ganado
una aliada.